El Ministerio de Trabajo, con Yolanda Díaz a la cabeza, planea extender el subsidio por desempleo a individuos menores de 45 años que no tienen cargas familiares. Este cambio beneficiaría a unos 152,000 ciudadanos adicionales, según las cifras que maneja el Ministerio. Sin embargo, estas intenciones han causado cierto malestar frente al Ministerio de Economía, liderado por Nadia Calviño, al surgir discrepancias con respecto a la reforma próxima del desempleo.
Desde la entidad que dirige Yolanda Díaz se afirma que su reforma apunta en sentido contrario a la de aquellos que buscan recortes, en una clara referencia velada a Economía. El Secretario de Estado de Economía, Gonzalo García, ha defendido reducir la aportación progresiva del subsidio de 480€ al mes, y aumentar el grano al inicio y reducirlo durante el periodo final de la prestación. Además, propone potenciar el control sobre el regreso al empleo de individuos desempleados.
La vicepresidencia de Díaz insiste en la necesidad de compatibilizar la prestación con el empleo y cubrir a grupos desprotegidos como el de los menores de 45 años sin cargas familiares. Enfatizan también en la importancia de ofrecer a los desempleados disponibilidad de servicios profesionales y rutas formativas y laborales que se adapten a su perfil personal.
En paralelo, se ha iniciado una cuenta atrás para su aprobación en el Consejo de Ministro “lo antes posible”. Este cambio era un punto clave en el Plan Europeo de Recuperación y Resiliencia, y se preveía su reforma para finales de 2022.
Más de la mitad de las personas que reciben el subsidio, que corresponde aproximadamente a 436,000 personas, perciben una subvención para mayores de 52 años, que el primer Gobierno monocolor de Pedro Sánchez, con Magdalena Valerio a cargo del trabajo, recuperó después de las restricciones del mandato de Mariano Rajoy durante la crisis económica.
Además, el Ministerio de Trabajo pone de relieve la necesidad de eliminar los “vacíos de cobertura” que dejan a las personas desempleadas sin ninguna protección: eliminar el mes de espera para el cobro entre la percepción de la prestación de desempleo y el subsidio es uno de los esfuerzos que proponen para bridar esta laguna.
El Ministerio también propone que se permita la compatibilidad del subsidio con la incorporación al empleo durante “el primer mes”, tal como figuraba en el pacto de la coalición del PSOE y Sumar, como un estímulo para la reintegración al empleo de los individuos desempleados.
El Ministerio de Díaz insiste en que su reforma continúa “la renovación de las políticas de empleo de la Ley de Empleo”, con, además, la regulación sobre el desempleo asistencial, los perceptores se beneficiarán del “derecho a una cartera de servicios y acordarán con los responsables de su orientación los itinerarios formativos y laborales adecuados para su perfil y situación personal”.
Los sindicatos mayoritarios, CCOO y UGT, pidieron una reunión “urgente” para abordar esta reforma, que no se está negociando con los agentes sociales, tal y como también confirmaron en la patronal. Desde CCOO denuncian el temor a una reforma que no sea ambiciosa, pero advierten que la legislación no puede dar pasos atrás ni cuestionar la honestidad de los beneficiarios del subsidio por desempleo.
En resumen, los sindicatos resaltan la necesidad de sostener prestaciones que protejan a más personas y en mejores condiciones, por lo que es necesario simplificar los subsidios asistenciales existentes, facilitar criterios de acceso para beneficiar a más individuos, ampliar la cobertura, y reforzar las plantillas del SEPE, incluyendo el número de consejeros laborales y su capacidad para facilitar la incorporación al mercado de trabajo y mejorar las tasas de empleo en el menor tiempo posible.
Por el momento, el debate continúa y se espera que muy pronto se llegue a un acuerdo en el Gobierno para impulsar esta ampliación del subsidio por desempleo.