Yolanda Díaz abandona el liderazgo de Sumar. Apenas unos meses después de recibir el respaldo de la militancia de su plataforma política para convertirse en coordinadora general, la vicepresidenta segunda deja sus responsabilidades orgánicas y se centrará en su tarea dentro del Gobierno como ministra de Trabajo. Díaz ha tomado esta decisión tras unos duros resultados en las elecciones europeas que ponen en cuestión la viabilidad del proyecto que lleva construyendo desde que en 2021 Pablo Iglesias le cediera el liderazgo del espacio confederal.
Resultados de Sumar en las elecciones europeas
Sumar sacó este domingo apenas 3 escaños en las elecciones europeas. Un pobre resultado que deja además fuera de Bruselas a Izquierda Unida, principal socio de Díaz en la construcción del frente amplio de partidos de la izquierda. Parte de esos resultados se deben a un mejor desempeño del esperado por parte de Podemos, que saca dos eurodiputados y que demuestra que tiene más peso dentro del electorado de la izquierda del que el núcleo duro de la vicepresidenta le confiaba.
El papel de Yolanda Díaz en el Gobierno
En Sumar entienden que hay una parte del liderazgo que funciona: su papel al frente de Sumar en el Gobierno y en el Ministerio de Trabajo, y defienden que eso es algo que reflejan los sondeos. Pero creen también que debe asumir unos resultados electorales que desde el primer momento han considerado negativos y por eso ha decidido dimitir para dejar paso a otra persona y abrir una reflexión sobre cómo se debe construir el proyecto político.
Reacciones internas en Sumar
Tras el escenario del domingo, prácticamente todas las organizaciones implicadas en la construcción de Sumar habían pedido una reflexión a la dirección del proyecto político. El propio portavoz, Ernest Urtasun, reconoció este domingo que los resultados no eran los esperados, que trascendían a las elecciones europeas y que por tanto abrían un proceso de reflexión para reforzar el proyecto político.
Aunque nadie pidió la dimisión de Yolanda Díaz, en los tuits de algunos dirigentes de los partidos había duras críticas a la dirección de Sumar y a cómo se ha fraguado el proceso de construcción de un frente amplio que hasta ahora no funciona. Sumar, de momento, es únicamente Movimiento Sumar, una formación política en la que se integran cuadros salidos de otras formaciones políticas y personas independientes cercanas a la ministra de Trabajo. En todos estos meses, los movimientos de esa dirección han ido enfadando por diferentes razones a los partidos políticos que quieren participar en la construcción del proyecto.
Los resultados del domingo han colmado la paciencia de los partidos. Yolanda Díaz, que durante la noche electoral ni siquiera acudió a la sede de Sumar para arropar a su candidata, ha decidido asumir directamente la responsabilidad y abandonar todos sus cargos orgánicos para seguir implicada en la labor dentro del Gobierno. Lo que se abre ahora es una nueva etapa de convulsión e incertidumbre para una izquierda cada vez más mermada y enredada en sus pelas internas.
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