El partido de ultraderecha Vox ha levantado una bandera de protesta contra la intención de la Comisión Europea de movilizar la participación de los jóvenes en las próximas elecciones europeas utilizando el influjo de artistas y celebridades mundiales. Entre ellos figura la famosa cantante catalana Rosalía, cuya posible participación en la campaña ha despertado un choque de opiniones en el ámbito político español.
La estrategia para incentivar la participación en las elecciones, que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio, utiliza un enfoque que mimetiza el caso de la cantante estadounidense Taylor Swift, que promovió la inscripción y participación en las elecciones estadounidenses mediante las redes sociales.
En la lista de posibles colaboradores, según informa Euronews, se encuentran Rosalía, la banda de rock Måneskin y los cantantes belgas Angèle y Stromae. Sin embargo, la elección de Rosalía ha causado controversias. Vox alega que la célebre cantante insultó anteriormente a su formación política y solicita a la Comisión Europea tomar precaución para evitar que tales colaboraciones conllevan un “sesgo ideológico y manipulen a los jóvenes con sus opiniones políticas”.
Un anticipo de Vox dirigido a las autoridades europeas, pide detalles sobre el costo público de esta campaña y aclara si se ha realizado algún tipo de pago a cualquier famoso para este fin. No obstante, la Comisión Europea aún no ha especificado si planea compensar a estos colaboradores o si simplemente solicita su apoyo sin esperar nada cambio.
Este plan llega en un momento en que la participación en las elecciones al Parlamento Europeo ha sido históricamente baja. Aunque el último ciclo electoral vio un ligero aumento en la participación (el 50.66%, el más alto desde 1994), el viejo continente todavía está buscando formas de movilizar a más ciudadanos a las urnas.
Dada la creciente influencia que tienen los jóvenes en la política, varios estados miembros, incluyendo a Bélgica, Alemania, Austria, y Malta, ya se preparan para permitir el voto a ciudadanos de 16 años en adelante. Esta es una señal clara de que la participación joven puede ser vital para el futuro de Europa.
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