Residentes de un edificio en la calle Magalhaes de Barcelona, junto con el Sindicato de Inquilinos, han remitido una carta al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y al alcalde de Barcelona, demandando acciones contundentes contra el hostigamiento por parte de una entidad inmobiliaria y una empresa dedicada a la expulsión de ocupas.
Crece la preocupación por el acoso inmobiliario
Los inquilinos describen que desde hace cuatro meses enfrentan actos de sabotaje, intimidaciones y amenazas. Esta situación ha escalado hasta el punto en que se han visto forzados a mantener vigilancias continuas durante las últimas tres semanas debido a la tensa atmósfera de acoso que se vive en el entorno. Reportan que, a consecuencia directa de estas acciones, uno de los ocupantes ha decidido abandonar su vivienda tras llegar a un acuerdo con la empresa antiocupa.
Denuncias ante la inacción de las autoridades
La ausencia de una respuesta por parte de las entidades gubernamentales ha sido señalada como un factor que podría enviar un mensaje erróneo a los fondos de inversión y empresas implicadas en prácticas especulativas con propiedades inmobiliarias. La comunidad advierte que la falta de intervención institucional parece indicar una tolerancia hacia los desalojos extrajudiciales, ilegales y violentos.
Movilización ciudadana ante la crisis habitacional
La comunidad afectada ha expresado su disposición a movilizarse si no se reciben soluciones por parte de las autoridades competentes. Destacan la urgencia y la necesidad de actuar con determinación frente a estos casos que describen como una “historia de terror inmobiliario”.
El llamado al presidente de la Generalitat y al alcalde de Barcelona, entre otros, busca una respuesta decisiva y rápida que pueda mitigar el conflicto y proporcionar seguridad y estabilidad a los vecinos afectados por estas acciones de hostigamiento.
Los residentes y el Sindicato de Inquilinos permanecen en expectativa de una respuesta oficial que pueda dar fin a esta situación que afecta directamente al derecho a una vivienda digna y a vivir en un entorno libre de amenazas.
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