Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
En la madrugada del viernes 26 de mayo, Sweet Something, una pastelería ubicada en Vancouver, Canadá, fue testigo de un robo inusual en el que solo se llevaron seis cupcakes. Parece que las ansias de dulce de este hombre superaron el horario de apertura del establecimiento, llevándolo a tomar medidas drásticas para satisfacer su antojo.
Emma Irvine, propietaria de la pastelería, compartió en TikTok las imágenes de seguridad que capturaron el incidente, y a pesar del robo, le provocaron “una de las mejores risas” de su vida.
El hombre en cuestión inicialmente parecía querer ser un cliente, pero llegó a la pastelería a las 3 de la madrugada, obviamente fuera del horario de atención. Esto provocó su transformación de cliente a ladrón con el único objetivo de obtener sus preciados dulces.
El delincuente estuvo esperando unos 15 minutos fuera del local y llamó a la puerta en varias ocasiones para que le abrieran. Parece que comenzó a idear cómo obtener los dulces que tanto anhelaba y finalmente decidió irrumpir en la pastelería. Golpeó el cristal repetidamente hasta que finalmente, con una patada, lo rompió y se introdujo en el establecimiento.
En lugar de tomar los dulces y salir corriendo, este cliente convertido en ladrón optó por sentarse y relajarse en un taburete. Parecía negarse a aceptar que Sweet Something estaba cerrado a las 3 de la mañana y miraba a su alrededor, esperando que alguien lo atendiera.
“Caminó, utilizó el baño, se sentó durante un buen rato y bebió agua”, dijo la dueña en TikTok. “No tenía prisa. Se dio cuenta, supongo, de que había provocado un desastre y cogió una fregona y un cubo e intentó limpiar todos los cristales de la puerta que había tirado”.
Permaneció en el establecimiento durante una hora e incluso tuvo tiempo de ponerse sus gafas de sol y tomarse selfies con el teléfono móvil de la pastelería. Pero una vez que terminó de barrer los cristales, aunque no los retiró todos, tomó una caja de cartón típica para llevar dulces, seleccionó seis cupcakes con un valor aproximado de 40 dólares canadienses (unos 27 euros) y se marchó.
Emma Irvine afirmó: “Pasó de no ser un suceso agradable a ser una de las mejores risas que me he echado nunca. Sinceramente, creo que quería mucho esos cupcakes. A lo mejor están demasiado buenos”.
La propietaria continuó actualizando la historia en TikTok y recientemente señaló que el cristal de la puerta ya había sido reparado. Además, el ladrón se comunicó con Sweet Something para “disculparse profundamente”.
“Se ofreció a pagar por la puerta y los cupcakes”, explicó Irvine. “Me dijo que quizá algún día nos podíamos sentarnos juntos, tomar un cupcake y hablar de lo sucedido. Y me dijo que me regalará sus gafas de sol”.