Un estudio realizado por el investigador del grupo GEMOTT de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB) Samuel Nel·lo-Deakin concluye que las actuaciones de urbanismo táctico durante los últimos años en el Eixample de Barcelona han tenido el efecto de reducir parte del tráfico de Barcelona.
Este estudio empírico de la UAB, contradice pues las teorías que apunten a que estos cambios en la movilidad dificulten la circulación y aumentan el tráfico en las calles aledañas a las superillas. El estudio ‘Exploring traffic evaporation: Findings from tactical urbanism interventions in Barcelona‘ ha considerado un total de 11 intervenciones.
En las superillas disminuye el tráfico un 15%
Durante la pandemia se llevaron a cabo diversas reurbanizaciones en calles de Barcelona, las cuales implicaban la reducción de los carriles para los coches y la ampliación de los carriles bici, lo que supuso una disminución media del tráfico en estas calles del 14,8%.
Las calles afectadas son, principalmente, Consell de Cent, Girona, Valencia, Industria, Roger de Llúria, Pau Claris, Aragó, Pelai, Ronda Universidad, Plaça Universitat y la Gran Via de les Corts Catalanas
El aumento del tráfico en las calles de alrededor no llega ni al 1%
Contrariamente a las expectativas, los coches que dejaron de circular por estas calles no fueron a parar a las vías de alrededor, ya que la circulación en las calles adyacentes sólo aumentó un 0,7%, mientras que el resto del tráfico fue “evaporado”.
Cambio de hábitos: menos coche y mayor transporte sostenible
Se trata de una reducción del tráfico de coches debida a que muchas personas han empezado a teletrabajar, y otras han optado por usar otros medios de transporte como la bicicleta o las rondas. El estudio no especifica los motivos exactos para los que se ha producido esta disminución ni cómo se ha distribuido en la ciudad.