Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Este viernes, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido imputado por el presunto pago de un soborno a la actriz de cine porno, Stephanie Clifford, más conocida como Stormy Daniels. Según los informes, el antiguo abogado de Trump, Michael Cohen, entregó 130.000 dólares a Clifford para mantener en secreto su relación con Trump.
La Fiscalía de Manhattan había ofrecido a Trump la posibilidad de declarar en este caso, pero finalmente ha sido imputado por primera vez en la historia de Estados Unidos. Su antiguo abogado ha asegurado que esta imputación es el principio de un largo capítulo y ha afirmado que nadie, ni siquiera un expresidente, está por encima de la ley.
Por su parte, Trump ha respondido a su imputación, calificándola de “persecución política e interferencia electoral”. Ha asegurado que es “una persona completamente inocente” y que los demócratas están obsesionados con él. Además, ha atacado a los demócratas y ha tenido palabras para el actual presidente estadounidense, Joe Biden.
Los abogados de Trump han anunciado que recurrirán la imputación y han afirmado que Trump es una víctima de la corrupta y distorsionada versión de justicia del sistema estadounidense y de la historia.
Esta imputación es un momento histórico para Estados Unidos, ya que nunca antes un presidente había sido imputado. Es un ejemplo de que, en una democracia, nadie está por encima de la ley y que todos, incluyendo los líderes más poderosos del país, deben rendir cuentas por sus acciones.
Es importante destacar que esta imputación no debería ser vista como una cuestión partidista. Se trata de una cuestión de justicia y de respeto por la ley. Los políticos de todos los partidos deben ser responsables de sus actos y no deben ser inmunes a las consecuencias de sus acciones.
