La noche de San Juan es una fecha importante para todos nosotros, la noche más corta del año, el fin de la primavera… Pero no todo son buenas noticias, todos los años nos vemos enfrentados ante la misma problemática, la pirotecnia y sus efectos nocivos en animales y en personas con TEA (personas dentro del espectro autista). La pirotecnia en San Juan es un problema con diferentes caras y en este artículo proponemos analizar el problema y dar soluciones.
¿Por qué les afecta la pirotecnia en San Juan de forma nociva?
Esta pirotecnia viene acompañada de un sonido fuerte. Los animales de compañía, normalmente perros y gatos, tienen un sentido de la audición mucho más desarrollado que el de los humanos.
Por otro lado, las personas con TEA tienden a presentar hipersensibilidad auditiva. Por ejemplo, en el caso de las personas con autismo, este sonido tan fuerte puede ocasionarles grandes molestias.
¿Qué buenas prácticas podemos tener?
Lo mejor que podrías hacer es directamente no utilizar petardos o ningún tipo de pirotecnia durante el verbena de San Juan. De todas formas, entendemos que la gran mayoría no nos hará caso, así que procedemos a soltar algunas prácticas menos nocivas a la hora de utilizar petardos y fuegos artificiales.
Primero, agradeceríamos que la pirotecnia de cualquier tipo se reservara solo para la noche de San Juan, no alargando el sufrimiento de animales y personas con TEA más allá de esta noche concreta. También, cabe recordar que si utilizas este tipo de objetos siempre lo harás tras haber leído las instrucciones de seguridad, en espacios indicados y teniendo en cuenta las restricciones de edad. Recuerda además no utilizar estos objetos cerca de personas o animales, ya que además, podríais molestar e incluso dañarlos.
Finalmente, volver a recordar que vivimos acompañados de animales y personas a los cuales estos petardos y fuegos artificiales son sinónimos de miedo y dolor. Tener empatía es la mejor solución a la hora de pensar si utilizar o no estos artefactos.