La policía confirma la campaña de lawfare contra Oltra. La política valenciana no borró los mails, así lo confirma la policía. Esto tumba la teoría de la derecha donde la ex vicepresidenta de la comunidad valenciana presuntamente borró unos mails para tapar un caso de abuso de su ex marido. De esta forma se confirma un claro caso de lawfare contra la política.
Este campaña, encabezada por nombres tales como Cristina Seguí, afirmaba el hecho de que se tenían que investigar “todas las cuentas de correo electrónico y sus contenidos pertenecientes a los dominios ”cv.gva.es“. Gracias al trabajo del instructor en providencia, sabemos que este dominio no tiene ninguna relación con la Consellería.
Oltra afirmaba que “no se enteró de la denuncia de su ex marido hasta que le llegó a su domicilio una notificación días después del suceso”. Estas fueron las declaraciones ante el juez y que a día de hoy se demuestran veraces.
Los enemigos de Oltra
Entre los muchos medios que difamaron a la política se encuentran: el Debate, OkDiario y Estado de Alarma, donde se afirmaba el hecho de que Oltra había borrado estos presuntos mails sin aportar pruebas. También podemos dar nombres de las personas implicadas en esta caso de acoso y derribo hacia la política valenciana: Cristina Seguí, miembro fundadora de Vox o el líder del partido neonazi España 2000.
También se pedía su dimisión por parte de Ferreras y Ana Pastor. En la Sexta se habló de la dimisión de Oltra, sin hablar del origen de la denuncia. No fue suficiente que las víctimas denunciaran haber sido utilizadas por Cristina Seguí y José Luis Roberto Navarro.
¿Un final no tan feliz?
Por otra parte, al saberse la noticia no han sido pocas las personalidades que celebran que se haya destapado este caso de difamación.
Finalmente, podemos añadir que aunque este caso de lawfare se haya destapado ha sido a posteriori de la dimisión de la política, siendo el daño irreparable. Desde este medio queremos mostrar nuestro apoyo a Oltra y recalcar que estos casos por difamación desde la derecha deben ser parados, queda claro que necesitamos más mecanismos para luchar contra este tipo de prácticas.