Descontento crece en el gremio de vendedores ambulantes por el nuevo modelo de limpieza urbana implementado por el Alcalde
La postura del Sindicato de Vendedores Ambulantes (Sindicato Mantero) ante las recientes decisiones del Consistorio, en particular sobre el Plan Pulcritud, es inequívoca. El colectivo acusa que el plan sirve únicamente para “esconder debajo de la alfombra las verdades que resultan incómodas”. La reacción ha venido acompañada de un vídeo en redes sociales mostrando su descontento.
El vídeo en contraparte
Este vídeo, en alianza con otras entidades como la Asociación de Inquilinos y la Plataforma Juvenil por la Renta Básica Universal, destaca las problemáticas que, desde su perspectiva, están afectando a la ciudad. Según estos grupos, Barcelona enfrenta tasas altas de pobreza, turismo excesivo y poca prevalencia del uso del catalán. El vídeo satiriza el lema oficial del plan, “vamos a trabajar” y pide que se prioricen medidas que fomenten el uso del catalán y reduzcan el sobre-turismo.
Los vendedores ambulantes: también ciudadanos
En declaraciones a TOT Barcelona, el Sindicato Mantero expresó que veían una falta de interacción con el Ayuntamiento desde que el PSC tomó las riendas. Se quejan de que no se han implementado programas sociales y acusan al alcalde de querer “limpiar” la ciudad a su antojo. Explican que solo les queda la calle y sienten que se les está expulsando. Desde el sindicato, reclaman reconocimiento como ciudadanos de Barcelona.
Descontento desde el verano
Las críticas del sindicato se agudizaron durante el verano, época en la que alegan que las autoridades incrementaron la presión sobre los vendedores ambulantes. Hablando de “persecución” y “humillación”, el colectivo cuestiona por qué un gobierno que se califica de progresista actúa de esta manera. Finalmente, la alcaldía reconoció que ha habido un incremento en los objetos “requisados”. Aunque fue un reconocimiento tímido y vino de parte de Albert Batlle, teniente de seguridad, quien explicitó la postura del ayuntamiento: “En Barcelona no queremos esta actividad. Nadie puede jubilarse de vendedor ambulante. Es un comercio ilegal que favorece la explotación de personas”.
Foto: www.npr.org