El caso del Mosso que fabricó una agresión como pretexto para una detención se destapa en el juicio. A pesar de la evidencia en video desmintiendo las acusaciones de la policía, el agente insiste en la supuesta agresión y justifica su acción. En el juicio, tanto la Fiscalía como el detenido reiteran su petición para que se expulse el agente de los Mossos d’Esquadra. El mosso pide la absolución, basándose en la afirmación de que “percibió” otra realidad.
Los hechos en cuestión
La incidencia se remonta al 19 de diciembre de 2019, cuando se desalojó el centro ocupado El Rec en el barrio del Fort Pienc de Barcelona. Según la acusación, el agente arrestó al manifestante por un supuesto ataque a los agentes de la autoridad, alegando recibir un golpe de codo. Sin embargo, el video desacredita efectivamente las afirmaciones del mosso al mostrar a un joven detenido sin violencia previa.
En su declaración, el agente afirmó que había “percibido” la agresión aunque no se aprecie un golpe en el vídeo presentado en juicio. Justificó su actuación argumentando que usó la mínima fuerza requerida para la detención, negando haber causado daño físico. A pesar de la evidencia del vídeo, la conselleria de Interior decidió no tomar medidas cautelares ni suspender al agente hasta que se dictara una sentencia.
Las repercusiones de la detención
El individuo detenido sufrió considerablemente durante su arresto, que se mantuvo durante casi 12 horas antes de ser liberado sin siquiera ser llevado ante un tribunal. En el juicio, confirmó que el incidente había causado “mucha angustia y miedo”, y que a raíz del evento sofrió miedo cada vez que asistía a manifestaciones o eventos deportivos.
El estado solicita una indemnización de 3.175 euros por las lesiones y el daño moral infligido al joven, que la acusación pretende aumentar a 5.175 euros. Por otro lado, la fiscalía y la acusación particular mantienen su petición de ocho años de inhabilitación para el agente, que conllevaría su expulsión de los Mossos d’Esquadra, y, además, solicitan que se le aplique una multa de 2.352 euros.
Respuesta de la defensa
La defensa no ha podido proporcionar testimonios de otros mossos que corroboren la versión del agente. Solo se presentó un superior que acompaña al acusado durante el desalojo y afirmó no haber visto nada. Sin pruebas suficientes, la defensa intentó suspender el juicio apoyándose en que el vídeo presentado pudo haber sido manipulado, pero su solicitud fue denegada y el juicio siguió adelante a la espera de sentencia.
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