Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
El proyecto, que se encuentra en su primera fase de exposición pública hasta el próximo 1 de junio, ha desencadenado el rechazo ambientalista por su impacto sobre la biodiversidad y su zona de implantación, muy próxima a numerosos espacios protegidos.
Según informa la Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana, el plan de la energética constata la presencia de 14 especies en peligro de extinción y decenas en situación vulnerable en su área de estudio, lo que a juicio de la entidad aconseja una actuación responsable y el rechazo a la iniciativa por parte del MITECO.
El parque eólico marino Breogán implicaría la instalación en una zona de máxima sensibilidad ambiental del norte de las provincias de A Coruña y Lugo de 34 aerogeneradores flotantes de 15 MW y 261 metros de altura en punta de pala de la que a día de hoy está considerada una de las turbinas eólicas más grandes del mundo a nivel comercial, la Vestas V236, en el ámbito de influencia de hasta 11 espacios pertenecientes a la Red Natura 2000 y protegidos como ZEC/ZEPA, como en el caso de la Zona de Especial Protección para las Aves Espacio Marino Punta Candelaria-Ría de Ortigueira-Estaca de Bares (código ES0000495), que por su cercanía sería el más afectado por el plan energético de la compañía.
Según la documentación sometida a consultas, y sobre la que la Asociación de Defensa Ambiental Salvemos Cabana está preparando un documento-resumen de alegaciones que pondrá a disposición del público a partir del 25 de mayo en ir.gl/alegainibreogan, en el área de estudio contemplada por la promotora para las distintas variantes del proyecto y sus infraestructuras asociadas se incluyen decenas de especies de flora y fauna catalogadas en situación “Vulnerable”, y hasta 14 de ellas en peligro de extinción.
Así, a nivel de fauna oceánica, tanto la lamprea marina (Petromyzon marinus) como la tortuga laúd (Dermochelys coriacea) podrían verse seriamente perjudicadas, pero aves como la cerceta común (Anas crecca), el sisón común (Tetrax tetrax), el alcaraván común (Burhinus oedicnemus) o el escribano palustre (Emberiza schoeniclus), también aparecen reflejadas en la zona de estudio contemplada por la empresa en lo que a la instalación de infraestructuras asociadas se refiere. En un caso equivalente está un gasterópodo como el caracol de Quimper (Elona quimperiana), el mejillón de río (Margaritifera margaritifera) o incluso el oso pardo cantábrico (Ursus arctos).
En la lista, además, también se encuentran especies vegetales como la Centaurea borjae, que es un endemismo gallego que ocupa áreas costeras, el helecho colchonero (Culcita macrocarpa), una fanerógama como el Eryngium viviparum, la subespecie gallaecica de la Omphalodes littoralis o la Labaça de ribeira (Rumex rupestris).
Salvemos Cabana indica, sin embargo, que en un parque eólico offshore offshore de estas características “la peor parte se la llevarán aves, mamíferos y otras especies marinas“, que están muy presentes en el ámbito de estudio del proyecto y cuentan con numerosas especies amenazadas.
LLAMADA A LA RESPONSABILIDAD INSTITUCIONAL
El colectivo ambientalista considera que ante los motivos expuestos y la crisis de biodiversidad que está viviendo el planeta, que “es equiparable al problema generado por el cambio climático”, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico “debe actuar con responsabilidad y no autorizar el parque eólico marino Breogán” contemplando en este caso la Opción Cero o de no realización, más al tratarse de un entorno de un “valor natural incalculable”.
Salvemos Cabana explica además que los ecosistemas -y la biodiversidad que contienen- son sumideros naturales de carbono y “resultan en sí mismos indispensables para luchar contra el cambio climático” concluyendo que “no se puede intentar solucionar un problema como el cambio climático agravando otro: el de la supervivencia de la vida salvaje en el planeta”.