En un sorpresivo giro político, 122 miembros de Podemos Catalunya, incluidos destacados dirigentes como Lucas Ferro (Molins de Rei) y Laura Alzamora (L’Hospitalet), han abandonado el partido en respuesta a la suspensión de 13 exmiembros de la dirección que habían abogado por la “unidad” con Sumar en las elecciones pasadas del 23-J. Lo que parece estar levantando grandes olas en el escenario político catalán.
Suspensión que provoca indagación
Estos miembros no solo abandonan el partido, también expresan su decepción por la suspensión que tildaron de “arbitraria y desmedida” en un manifiesto al que hemos tenido acceso. Además, señalan que este acto ha sido llevado a cabo estratégicamente en las vísperas de las primarias del partido el próximo 2 de febrero con el propósito de “impedir que haya ninguna candidatura que defienda la unidad del espacio de cambio catalán en la próxima asamblea ciudadana”.
Podemos Catalunya se encuentra en medio de un proceso de primarias para renovar la dirección y trazar un nuevo plan político que actualmente está en discusión. En el centro de la controversia, se encuentra la relación con los ‘comunes’ y una posible alianza con ellos en futuras citas electorales. Sin embargo, los ya exmilitantes no apoyan ni la expulsión ni la ruptura del espacio con Catalunya en Comú.
Las consecuencias de la acción disciplinaria
Lo que realmente está en juego aquí es el destino político de estos militantes de Podemos Catalunya. En virtud de la acción disciplinaria llevada a cabo contra ellos, se les ha negado la oportunidad de participar en el debate más importante de su organización. Algunos incluso se sienten “huérfanos” en este proceso de primarias y temen una ruptura total con los ‘comunes’.
Esta cadena de acontecimientos ha llevado a estos exmilitantes a concluir que “Podem Catalunya ya no nos representa y decidimos abandonar el partido para continuar construyendo un espacio del cambio cohesionado y diverso”.
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