Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
El municipio salmantino de Puerto Seguro se encuentra en medio de un turbio episodio electoral que ha obligado a repetir los comicios celebrados el pasado 28 de mayo. Lo que podría parecer una trama cómica adquiere una gravedad inusitada debido a los hechos que la motivan.
El alcalde y candidato del Partido Popular se llevó la urna del colegio electoral antes del recuento y la utilizó para que votaran vecinos que no habían acudido a ejercer su derecho durante la jornada electoral. Ante esta situación y tras la aceptación de la denuncia presentada por el PSOE, la Junta Electoral de Zona ha ordenado la repetición de las elecciones locales.
Para aumentar la gravedad de la situación, el resultado de las elecciones tras el recuento anulado arrojó un resultado ajustado. Concretamente, los votos de los vecinos (incluyendo aquellos que votaron “a domicilio”) dieron lugar a la asignación de 2 concejales para el Partido Popular frente a 1 del PSOE.
Teniendo en cuenta esta correlación de fuerzas y más allá de la gravedad de lo sucedido, es comprensible que el portavoz socialista de la Diputación de Salamanca, Fernando Rubio, haya reaccionado con indignación calificando los hechos de la siguiente manera: “Es injustificable, es un delirio, un caciquismo tremendo, transgrede cualquier principio, porque es que incluso la gente que está impedida para votar, las personas con discapacidad, con movilidad reducida, esas personas saben que pueden emitir el voto por correo con tiempo suficiente y que es el propio cartero el que va a pedirle eso, ya no tienen que moverse de su casa”.
Rubio detalló lo ocurrido: “El alcalde, en un momento dado, decide con el presidente de la Mesa Electoral de Puerto Seguro, cerrar el colegio electoral durante no menos de 20 minutos e ir a ver a determinada gente que han comprobado que, a la hora que fuera, no había votado”.
Mientras el Partido Popular provincial guarda un absoluto silencio sobre el asunto, el alcalde de Puerto Seguro y “distribuidor de votos puerta a puerta” se defiende de las acusaciones del PSOE y de la posterior decisión de la Junta Electoral de Zona. Alega que sacó la urna para permitir que un vecino que no podía desplazarse ejerciera su derecho al voto.
Según los socialistas, la urna abandonó el colegio electoral y este se mantuvo cerrado durante al menos 20 minutos. En un municipio de poco más de 60 habitantes y con un reducido número de viviendas ocupadas, ese tiempo resulta significativo para la hipotética “recolección” de votos “a domicilio”.
Este escándalo electoral ha puesto en entredicho la integridad del proceso democrático en Puerto Seguro y ha generado un gran malestar en la comunidad. La repetición de las elecciones es una medida necesaria para restaurar la confianza en el sistema y garantizar una elección justa y transparente.