Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
En España, la mayoría de los pensionistas son propietarios de sus viviendas, pero también existe un número significativo de personas mayores de 65 años que viven en alquiler. Ante el incremento de los precios de los alquileres en el país, el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) ha puesto en marcha una ayuda pública de 500 euros dirigida a aquellos que se encuentran en esta situación y tienen menos recursos económicos para afrontar la renta mensual, tal y como recoge El HuffPost.
Esta ayuda económica está destinada a los “titulares de una pensión no contributiva que residen en una vivienda alquilada”. La cuantía asciende a 525 euros al año y se abonará en un único pago.
El plazo para solicitar este complemento se extiende hasta el 31 de diciembre, aunque aún no se sabe si se prolongará hasta 2024. Para realizar la solicitud, los interesados pueden acudir a las oficinas del Imserso o tramitarla de manera online a través de la Sede Electrónica de la entidad.
Requisitos para acceder a la ayuda:
– Tener más de 65 años y no haber cotizado el tiempo suficiente para recibir una pensión contributiva.
– Carecer de una vivienda en propiedad y ser titular de un contrato de alquiler, residiendo de manera habitual en esa vivienda alquilada.
– El contrato de alquiler debe tener una duración mínima de un año.
– Contar con una pensión de jubilación o invalidez reconocida por la Seguridad Social no contributiva, tanto en la fecha de solicitud como en la de resolución.
– No tener ningún grado de parentesco (incluido el tercer grado) con el arrendador de la vivienda.
– En el caso de que en la vivienda para la que se solicita la ayuda convivan dos o más personas con una pensión no contributiva, la ayuda se otorgará al titular que figure en el contrato de arrendamiento. Si todas las personas cumplen con los requisitos, se tomará en cuenta al primero que esté reflejado en el documento.
Esta iniciativa del Imserso busca aliviar la carga financiera de los pensionistas que dependen del alquiler y que enfrentan dificultades económicas. La ayuda se presenta como un apoyo crucial para garantizar la estabilidad y el bienestar de las personas mayores que residen en viviendas alquiladas y que no tienen acceso a una pensión contributiva.