Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Este martes, el expresidente de los Estados Unidos, Donald Trump, fue declarado culpable de abuso sexual y difamación, pero no de violación, en el caso presentado por la escritora E. Jean Carroll. Carroll acusó a Trump de haberla violado en el probador de una tienda en Nueva York en los años noventa y de haberla difamado públicamente en un libro que ella escribió en 2019.
El juez también ordenó que Trump indemnice a Carroll con un total de cinco millones de dólares: dos por los “daños” causados por la agresión sexual y 2,7 millones por daños a su reputación. Debido a que el caso se llevó a cabo en la vía civil, no hay penas de cárcel asociadas.
Aunque Trump ha enfrentado varias acusaciones de conducta sexual inapropiada, esta es la primera vez que es condenado después de dejar la presidencia del país.
El juez encargado del caso advirtió que no permitiría gritos ni aplausos en el momento de pronunciar el veredicto. La denunciante Carroll, quien también asistió a la última sesión, no mostró ninguna reacción inmediata.
El jurado debía pronunciarse sobre si Trump era responsable por violación, abuso sexual o tocamientos, y finalmente eligieron la segunda opción, además de considerarlo responsable por difamación.
El juez se dirigió a los abogados después del veredicto y les preguntó si tenían algo que añadir, a lo que tanto defensores como acusación, respondieron negativamente.
Este caso ha sido muy mediático y ha generado un gran debate sobre la conducta sexual de Trump y la falta de responsabilidad por parte de los líderes políticos en los Estados Unidos.
Aunque el resultado del juicio no incluye una condena por violación, es significativo que Trump haya sido declarado culpable por abuso sexual y difamación, lo que demuestra que los actos de conducta sexual inapropiada no serán tolerados.