Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
En un sorprendente giro de los acontecimientos, el reconocido periodista Carlos Herrera ha anunciado este martes su intención de presentarse como candidato a la presidencia de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Según las declaraciones de Herrera al diario AS, su motivación para postularse como presidente de la RFEF es “ayudar en todo lo que pueda al fútbol español” y “aportar su experiencia y visión” al organismo rector del fútbol en España. Sin embargo, es importante cuestionar si Herrera cumple “los requisitos establecidos por los estatutos” para asumir un cargo de tal envergadura.
Herrera, conocido por su programa de radio en la Cadena COPE, ha sido un seguidor apasionado de la Selección Española durante décadas y ha viajado con el equipo a numerosos torneos.
Sin embargo, su experiencia como periodista y aficionado no necesariamente lo convierte en un candidato idóneo para dirigir la RFEF. Además, su afinidad por el Barcelona y otros clubes puede plantear conflictos de interés en su gestión.
Es importante destacar que Herrera no es el único aspirante a la presidencia de la RFEF. Otros nombres como el árbitro Mateu Lahoz, los presidentes de las territoriales de Valencia y Andalucía, y el exconsejero delegado del Banco de Santander también han manifestado su interés en el cargo. Estos candidatos cuentan con trayectorias y apoyos significativos en el mundo del fútbol, lo que plantea un desafío para Herrera y su candidatura.
Herrera anunció su intención de postularse en su propio programa de radio antes de hacerlo oficialmente en el diario AS.
En cuanto a los requisitos para ser candidato a la presidencia de la RFEF, se debe obtener el respaldo mínimo del 15% de la Asamblea, lo que equivale a 21 avales. Aunque Herrera afirma estar trabajando en conseguir estos apoyos, no está claro si logrará reunirlos y cumplir con los requisitos necesarios.
En conclusión, solo queda esperar. Las elecciones se celebrarán entre enero y marzo de 2024, tras el vacío de poder que ha dejado Rubiales tras su pedida dimisión.