Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, se vio envuelta en un tenso enfrentamiento con la periodista y presentadora de Espejo Público, Susanna Griso, a raíz de las polémicas generadas por los discursos de Vox y el Partido Popular sobre la violencia de género, que han acaparado el debate político en los últimos días.
Durante la entrevista, Calviño mencionó la respuesta del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ante el caso del “divorcio duro” de Carlos Flores Juberías, candidato de Vox a la presidencia de la Comunidad Valenciana, quien ha sido condenado por violencia machista y psíquica habitual contra su expareja. Estas declaraciones han generado fuertes críticas a Feijóo por parte de diversas asociaciones feministas.
Griso defendió los pactos entre el PP y Vox en la Comunidad Valenciana o en Baleares en materia de violencia machista, argumentando que eran cuestiones meramente dialécticas y que no implicaban políticas contrarias a los derechos y al bienestar de las mujeres. Ante esto, Calviño reprochó que hablar de “divorcio duro” en lugar de referirse a la violencia de género suponía normalizar discursos que podrían llevar a una regresión en la lucha contra esta problemática.
“Aquí ha habido cierta descontextualización de las palabras”, ha dicho Griso, defendiendo al líder ‘popular’. Calviño ha reaccionado rápidamente sosteniendo que no se había descontextualizado nada, que ella había escuchado perfectamente las palabras del líder del PP.
La periodista intentó justificar de nuevo a Feijóo argumentando que “él lo que hace es citar los motivos por los cuales Vox dice que tendría que estar como vicepresidente de la Comunidad Valenciana, motivos que fueron rechazados por el PP que pidió, además, que fuese vetado”, pero Calviño no aceptó esta explicación y señaló la comodidad del PP al pactar con la ultraderecha, advirtiendo que, de ganar las elecciones, no tendrían problemas en incluirlos en el Gobierno.
La vicepresidenta hizo hincapié en que normalizar los discursos de la extrema derecha suponía una involución para España, un país que se enorgullece de ser referente en derechos humanos para las mujeres y la comunidad LGTBI. Manifestó su determinación de evitar una regresión en este ámbito y defendió la importancia de seguir visibilizando todos los tipos de violencia de género recogidos tanto en la legislación española como en los convenios internacionales.
Las declaraciones de Feijóo respecto a Flores Juberías han recibido duras críticas de asociaciones feministas y LGTBI, quienes consideran que calificar el caso como “divorcio duro” es blanquear la violencia de género y perpetuar el machismo al no reconocer los insultos y vejaciones hacia las mujeres como un problema grave. Estas organizaciones insisten en la importancia de hablar de violencia de género y no de violencia intrafamiliar para visibilizar todos los tipos de violencia que sufren las mujeres.