Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Si bien el lema “Mi residencia es mi casa” parece ideal, la realidad es que las residencias de ancianos de Madrid han estado plagadas de problemas desde el inicio de la pandemia de COVID-19. A pesar de las quejas constantes de familiares y residentes sobre la falta de atención, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha decidido lanzar una campaña publicitaria que costará 917.821 euros, según documentos oficiales de la Comunidad de Madrid obtenidos por infoLibre.
La campaña, que comenzó el 6 de marzo y durará hasta finales de mes, se describe como una muestra de testimonios de personas mayores que viven en residencias de Madrid. Según el Gobierno regional, la campaña busca resaltar la importancia de la atención especializada proporcionada por los profesionales en estos centros y cómo han convertido estas instalaciones en hogares para los residentes.
Un portavoz oficial del Gobierno de Madrid confirmó el costo de la campaña, pero no explicó por qué se destinaron 917.821 euros a publicidad en lugar de invertir en mejoras para las residencias. La creatividad de la campaña fue contratada a la empresa Darwin & Verne por 17.908 euros, mediante una adjudicación directa, también conocida como contrato a dedo.
El contrato para comprar espacios publicitarios fue otorgado a Irismedia por un total de 899.912 euros. La campaña forma parte de un acuerdo marco firmado con Irismedia en 2022 para destinar 27,5 millones de euros a publicidad institucional en 12 meses.
Zona cero de la pandemia y denuncias crecientes
Las residencias de Madrid han estado en el centro de atención durante los últimos tres años. Durante la primera ola de la pandemia, estas residencias experimentaron una hecatombe. El Protocolo aprobado por el Gobierno de Ayuso el 18 de marzo de 2020, impidió el traslado de personas mayores con alta dependencia física o deterioro cognitivo a hospitales, afectando tanto a pacientes con COVID-19 como a aquellos con otras patologías.
En marzo y abril de 2020, murieron 7.291 personas mayores en residencias de Madrid sin recibir atención hospitalaria. En total, 9.470 residentes perdieron la vida en esos dos meses, y el 77% de ellos lo hicieron en el centro donde vivían.
Situación actual y denuncias públicas
Las críticas al funcionamiento de las residencias en Madrid no cesan. En julio de 2022, se denunció la falta de personal, la mala calidad de la comida y el calor en el centro de Peñuelas, administrado por el Gobierno regional pero gestionado por la empresa Aralia. Tomás Plaza, un residente de 82 años, relató su experiencia de maltrato en el centro.
Otros casos incluyen el Centro Alzheimer Reina Sofía, donde los familiares protestaron por la falta de personal, y el centro de gestión pública Francisco de Vitoria en Alcalá de Henares, donde empleados y familiares denuncian constantemente las condiciones precarias.
Estos ejemplos evidencian el malestar con la situación de las residencias en Madrid. Sin embargo, ninguno de estos casos se menciona en la campaña publicitaria del Gobierno de Ayuso. En lugar de abordar directamente estos problemas, se han destinado 917.821 euros de dinero público a una campaña que parece desviar la atención de las condiciones reales en las residencias de ancianos.
Necesidad de cambio
La situación en las residencias de ancianos de Madrid exige cambios significativos. Los testimonios de personas mayores y sus familiares destacan la necesidad de mejorar la atención y las condiciones de vida en estas instalaciones. La inversión en publicidad, en lugar de invertir en mejoras directas, suscita preocupaciones sobre las prioridades del Gobierno de Ayuso.
El futuro de las residencias de ancianos en Madrid
La campaña publicitaria “Mi residencia es mi casa” es solo una parte de un problema más amplio en las residencias de ancianos de Madrid. Para garantizar el bienestar físico y emocional de los residentes, es esencial abordar las quejas y preocupaciones de aquellos directamente afectados por las condiciones en estas instalaciones.
Mientras tanto, el dinero público destinado a la campaña publicitaria podría haberse utilizado para abordar las deficiencias en la atención y las condiciones de vida en las residencias. La asignación de casi un millón de euros a una campaña de publicidad en lugar de invertir en mejoras reales pone en duda las prioridades del Gobierno de Ayuso y exige una reflexión sobre el enfoque hacia la atención a las personas mayores en Madrid.