El president de la Generalitat, Pere Aragonès, ha admitido hoy que no tiene margen para detener el proyecto de macrocasino Hard Rock en Tarragona, ya que de hacerlo perdería el apoyo del Partit Socialista a sus presupuestos. Estas declaraciones vienen a raíz de que En Comú Podem registrase una enmienda a la totalidad a los presupuestos, lo cual ha generado debate cuando queda una semana para que estos se sometan a la primera votación del pleno.
Aragonès mantiene su postura
Cuestionado por la líder de los comunes, Jéssica Albiach, sobre el Hard Rock, Aragonès mantuvo firmemente su postura apuntando que frenar este proyecto turístico y recreativo de Vila-seca y Salou implicaría perder los votos del PSC, con los que ya se llegó a un acuerdo previo.
“¿Tenemos que tirar el presupuesto por la borda directamente porque la otra mayoría para tumbar el proyecto que usted dice no es posible en el actual parlamento de Cataluña?”, preguntó Aragonès a Albiach.
El gobierno está en medio de la cuenta atrás, esperando que las negociaciones den frutos antes de la votación clave. Aragonès ha declarado que la dificultad para detener el proyecto Hard Rock es que no existe una mayoría en el parlamento para apoyar tal paralización, a pesar de las reclamaciones de los Comuns y la CUP.
El debate se mantiene
A pesar de la firmeza de Aragonès, el debate en torno al proyecto Hard Rock persiste. Jessica Albiach sostiene que perpetúa un modelo propio del desarrollismo de los años 80, y ha manifestado preocupación por el impacto en la salud mental, las adicciones y el consumo abusivo de agua que conllevaría el proyecto.
Por otro lado, el PSC defiende su apuesta por la “política útil”, aunque para ellos eso debe significar construir proyectos de pelotazo como este macrocasino. El plazo para el debate se estrecha a medida que se acerca la votación clave del próximo miércoles.
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