Declaraciones del jefe de la COP28 alrededor de la desaparición progresiva del petróleo han sido calificadas como “sorprendentes” por algunas figuras conocidas. Ahmed Al Jaber, quien tiene dos sombreros que usa en esta cumbre (anfitrión de la COP28 y director de la cuarta mayor empresa de combustibles fósiles del mundo), ha insistido de manera controversial en que la idea de una eliminación progresiva de los combustibles fósiles no tiene “base científica”.
Al Jaber ha sostenido que, si se busca el desarrollo sostenible, la eliminación de los combustibles fósiles no es una opción viable… “a menos que estemos dispuestos a retroceder hasta el momento de las cavernas”. El secretario general de la ONU, António Guterres, ha expresado sus preocupaciones en torno a estos comentarios, los cuales ha catalogado como “increíblemente preocupantes”.
Es esencial subrayar el hecho de que Al Jaber no es solo el anfitrión de la COP28, cuya sede en esta edición es Dubái, sino también CEO de ADNOC, una de las compañías de combustibles fósiles más grandes del mundo. Además, Al Jaber es el ministro de Industria y Tecnología Avanzada de los Emiratos Árabes Unidos y el representante de su país para temas de clima.
Desde su nombramiento como ministro de Estado en 2013 y su ascenso a CEO de ADNOC en 2016, ha abierto varios negocios del grupo a inversiones públicas y acumulado un impresionante total de 26.000 millones de dólares en inversiones internacionales.
A pesar de compromisos de inversión en proyectos de captura de carbono y de utilizar fuentes de energía renovable para las operaciones de la empresa, para organizaciones medioambientalistas es una contradicción que una cumbre organizada para negociar medidas destinadas a combatir el cambio climático se celebre en uno de los lugares con mayor índice de contaminación en el planeta.
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