Una vez más, el Congreso de los Diputados retoma la propuesta de despenalizar varios delitos de opinión, entre ellos el enaltecimiento del terrorismo y las injurias a la Corona. En esta ocasión, la propuesta es de Sumar, liderado por Yolanda Díaz, y aunque el PSOE muestra su acuerdo sobre la admisión del debate, ya adelanta su negativa a suprimir el delito de enaltecimiento del terrorismo de nuestro Código Penal.
No es la primera vez
Esta no es la primera vez que se plantea tal cuestión en el Congreso. Ya Unidas Podemos, ERC, Junts y hasta el Senado han propuesto medidas similares desde 2014. Sin embargo, todas acaban en el mismo punto muerto. Desafortunadamente, la propuesta de Sumar, aunque presentada en los inicios de la legislatura, parece seguir el mismo guión.
Posición del PSOE
El PSOE mostró su disposición a abrir el debate, pero hizo hincapié en que tendrán algunas discrepancias. En el preámbulo del pleno, el portavoz socialista, Patxi López, ya hizo notar su postura personal de oposición a la eliminación del delito de enaltecimiento del terrorismo. Este punto fue posteriormente corroborado por fuentes del Gobierno y mencionado por su diputada Isaura Leal durante el debate diciendo: “La tutela institucional de las víctimas del terrorismo es una obligación del Estado”.
La propuesta de Sumar
Por su parte, Sumar y su portavoz de justicia, Enrique Santiago, afirman que con su propuesta buscan adecuar el Código Penal a los “estándares democráticos de los países” vecinos. Además de los ya mencionados, la iniciativa busca también eliminar los delitos de ofensa a los sentimientos religiosos y de injurias al Gobierno, a los miembros del poder judicial, al ejército, a España y a sus símbolos.
La derecha alza la voz
Como era de esperar, la propuesta ha generado una gran controversia entre los miembros de la derecha, que lo ven como un paso más en la lista creciente de “infamias” del Gobierno actual. En contra de las injurias al gobierno, el popular Sergio Sayas ha acuñado ya la expresión de “subasta de la infamia”, incluyendo desde la ley de amnistía hasta la moción de censura de Pamplona.
Mientras tanto, la mayoría de nosotros sigue esperando que ambas partes encuentren un punto intermedio que garantice la libertad de expresión y el respeto a las instituciones. Sin embargo, parece que Sísifo sigue empujando su piedra cuesta arriba.
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