Nunca hubiéramos llegado a esperar palabras tan sorprendentes de Sor Lucía Caram, la famosa monja argentina y residente en Cataluña. Conocida por su lucha infatigable contra la pobreza y su espíritu alineado con el Papa Francisco, Sor Lucía ha admitido hoy que votó al candidato ultraliberal, Javier Milei, en las pasadas elecciones de Argentina. Aunque contradice sus conocidas posturas progresistas, la monja sostuvo que su voto se debía a un intento de evitar un nuevo gobierno peronista, especificamente, a quien definió como “una porquería”, el antiguo ministro de Economía, Sergio Massa.
Sor Lucía Caram y su voto a favor de Javier Milei
“Sí, lo confieso, mi voto fue para Javier Milei”, declaró Caram durante el programa Todo es mentira de Cuatro. En un giro inesperado, la monja defendía su elección como un voto en contra del peronismo y a favor de la “incógnita” que representaba Milei en la política argentina.
La actividad de Sor Lucía en sus redes sociales, ya antes de las elecciones, apuntaba hacia su inclinación por Milei. Crítica con el clientelismo político en Argentina, situó al país en una “situación de desastre” propiciado, a su juicio, por los gobiernos peronistas. Caram apuntaba que era momento de “sacar a patadas a los que han llevado a Argentina a esta situación” y pidió a sus compatriotas buscar “el mal menor”.
Noche electoral y reflexiones posteriores
Durante la jornada electoral del 19 de noviembre, la monja realizó una publicación deseando a Milei “éxitos y buena gestión”. Asimismo, expresó su deseo de que Argentina progrese en “libertad, dignidad y justicia social”. En un video posterior, Caram interpretó el resultado electoral como una señal de cambio por parte de los argentinos “hartos de los corruptos y ladrones”.
En un último clip a finales de noviembre, la monja afirmó que “el león” —como se conoce a Milei— “no era tan malo como parecía” y volvió a insistir en darle “una oportunidad”.
Con este cambió de discurso, queda patente la gran complejidad de la política argentina actual, capacidad de sorprendernos siempre, incluso a través de la figura de Sor Lucía Caram.
Foto: Alberto Paredes