Sin duda, la política catalana está viviendo tiempos interesantes. A pesar de las negaciones constantes sobre la proximidad del PSC con Junts en política económica y social y de la retórica de tensión que Junts parece encarnar a través de sus críticas a los socialistas, al observar la vida política local, una realidad distinta se presenta ante nosotros. Esta es la creciente consolidación de una alianza entre socialistas y postconvergentes, conocida como sociovergencia.
La sociovergencia en Cataluña se fortalece
Esta tendencia de alianza no es nueva, desde que el modelo de tripartito de izquierdas se desmoronó en 2010, la sociovergencia ha ido cobrando fuerza a nivel municipal, con múltiples pactos entre el PSC y Convergència, actualmente con Junts como descendiente postconvergente.
Después de las recientes elecciones municipales, parece que la sociovergencia se fortalece aún más, con más de 40 ayuntamientos en Cataluña gobernados por Junts y el PSC.
¿Barcelona, la próxima en la lista?
Sin embargo, la atención se fija ahora en Barcelona, donde las negociaciones entre el alcalde Jaume Collboni del PSC y el grupo municipal de Junts están en curso. Las conversaciones giran ya en torno al posible programa de gobierno conjunto, la estructura organizativa del gobierno de coalición y el presupuesto municipal.
Un posible acuerdo entre el PSC y Junts en el Ayuntamiento de Barcelona sin duda tendría un impacto significativo en el escenario político catalán, consolidando aún más la fuerza de la sociovergencia en la región.
Crecimiento de la sociovergència a nivel municipal
En las recientes elecciones municipales, el PSC logró 19 alcaldías en pacto con Junts, mientras que Junts logró 23 alcaldías en pacto con los socialistas. En contraste, ERC solo ha cedido 9 alcaldías a los socialistas, aunque han conquistado 19 alcaldías gracias a acuerdos con el PSC. Es evidente que la sociovergència es ahora un actor clave en el escenario político catalán.
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