El pasado noviembre, el gobierno de Israel publicó en sus redes sociales dos imágenes de Gaza. En una de ellas, el soldado israelí Yoav Atzmoni aparece con un uniforme de combate, frente a edificios reducidos a escombros por los ataques aéreos israelíes, sosteniendo una bandera del arco iris con un mensaje escrito a mano: “En nombre del amor”. En la segunda imagen, Atzmoni posa junto a un tanque, exhibiendo una bandera israelí con bordes arco iris, acompañada del título: “La primera bandera del Orgullo levantada en Gaza”. Estos actos se producen en el contexto de ataques que han cobrado más de 37,000 vidas palestinas.
Pink-washing y sus críticas
El término “pink-washing” se utiliza para describir la estrategia de Israel de promoverse como un refugio LGBTQ+ en la región, mientras oculta su agenda política ultranacionalista y la opresión de los palestinos. Este término es ampliamente criticado por académicos y activistas. Sa’ed Atshan, presidente del departamento de estudios de paz y conflicto en Swarthmore College, sostiene que esta narrativa no nace de un genuino entusiasmo por los derechos LGBTQ+, sino que se despliega estratégicamente para fines políticos.
Rauda Morcos, una abogada de derechos humanos y activista ciudadana palestina de Israel, expresa su asombro ante la convocatoria al Orgullo en Tel Aviv mientras las bombas caen en Gaza diariamente. “¿No hay sentido de humanidad para darse cuenta de que hay personas siendo bombardeadas por tu propio país?”, cuestiona Morcos.
Discriminación y persecución LGBTQ+ en Palestina
La persecución y discriminación hacia los palestinos LGBTQ+ no es una cuestión exclusiva de la sociedad palestina; también enfrentan acoso en Israel. La seguridad israelí ha explotado la sexualidad de los palestinos LGBTQ+ en los territorios ocupados, utilizando esta información para chantajear y recrutar colaboradores. Este acoso ha llevado, en algunos casos, a resultados devastadores y mortales.
Daoud recuerda llevar a palestinos transgénero de Cisjordania ocupada a la playa, muchos de los cuales vieron el mar por primera vez debido a las restricciones israelíes. “¿Qué tengo en común con los gays que luchan para que sus parejas de Alemania o España puedan venir a vivir con ellos aquí, cuando yo ni siquiera puedo traer a un familiar para una visita?”, se pregunta.
Israel y la hipocresía del “refugio”
Aunque Israel tiene una mejor calificación respecto a derechos LGBTQ+ comparado con sus vecinos, esta narrativa de “refugio” es criticada como cruel e hipócrita. Muchos miembros de la comunidad LGBTQ+ israelí, especialmente aquellos de la mayoría judía, basan su reivindicación de igualdad en su disposición a servir y morir en campañas militares dirigidas contra palestinos. Esta dicotomía se refleja en la cancelación del desfile del Orgullo en Tel Aviv para un concierto en la orilla del mar, donde se incluyeron llamados a liberar a los rehenes israelíes y se celebró a los israelíes queer que sirven en el ejército, sin mencionar a los civiles palestinos muertos en Gaza.
Conclusiones de los activistas
Activistas como Yahli, una mujer transgénero judía, critican la visión del Orgullo LGBTQ+ en Israel por su relación con la utilidad nacional y la sumisión al estado. Según ella, muchos ven la aceptación no por ser seres humanos, sino por ser útiles. En este contexto, Morcos subraya la paradoja: “¿Cómo puedes alardear de una democracia para los queers que luego oprime a millones de palestinos?”.
Daoud y otros activistas queer palestinos destacan que la verdadera lucha por la igualdad y los derechos humanos no puede desvincularse de la lucha contra la ocupación y la opresión en Gaza y Cisjordania.
Foto: www.thecrimson.com