Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
El rey emérito, Juan Carlos I, tuvo una cuarta hija fruto de una relación extramatrimonial con una aristócrata mayor que él en los años setenta u ochenta, según revela el libro King Corp., escrito por los periodistas José María del Olmo y David Fernández del diario digital El Confidencial.
La hija, conocida como Alejandra, es la cuarta en la línea de sucesión, aunque nunca ha reclamado su derecho a la corona. Está casada y durante su infancia y adolescencia desconocía la identidad de su padre, hasta que lo averiguó años después. Sin embargo, decidió seguir adelante como si ignorara esa información.
Según la información de El Confidencial, el secreto de la existencia de Alejandra no era desconocido por la Casa Real, pero se mantenía dentro del círculo de poder. Uno de los temores de Juan Carlos I era que su hijo, el actual rey Felipe VI, conociera en sus años de juventud a Alejandra y los dos se enamoraran sin saber que compartían sangre.
Cuando la mujer supo que su padre era el jefe del Estado, hubo una tímida aproximación. El emérito intentó entonces compensar ese silencio y no reconocimiento público con ligeras muestras de afecto y generosidad, a pesar de que jamás la llegaría a tratar como a sus tres hijos.
Con el tiempo, el secreto se fue difundiendo entre la jet set española, aunque se estableció un acuerdo tácito para mantener en ese círculo de poder a Alejandra con el fin de preservar intacto el relato público de un matrimonio robusto y sano de Juan Carlos con la reina Sofía, pilar fundamental en aquellos años de una democracia que aún gateaba. La prioridad de esta élite era preservar la estabilidad institucional, por lo que nunca trascendió a la ciudadanía.
Inicialmente, mantener a Alejandra supuso un problema logístico para Juan Carlos, quien necesitaba constantes fondos en efectivo que pudieran transitar por España y pasar desapercibidos, ya que si hubiera trascendido alguna de estas transferencias, el desliz del ex jefe del Estado con la aristócrata hubiera salido a la luz.
Este último escándalo se suma a la ya larga lista de polémicas en las que se ha visto envuelta la Corona española en los últimos años, lo que ha generado una creciente desconfianza entre la población hacia la monarquía.
Cabe destacar que Juan Carlos I abdicó en 2014 en su hijo, Felipe VI, en medio de una crisis política y social en España y tras ser investigado por sus presuntos negocios ocultos en el extranjero.