La muerte de Miguel de Unamuno, célebre escritor y filósofo español, siempre ha ido envuelta en cierta capa de misterio. Según los informes oficiales del régimen dictatorial de Franco, Unamuno murió de forma súbita y natural a finales de 1936. Sin embargo, el más reciente libro del historiador Carlos Sá Mayoral, titulado “Miguel de Unamuno: muerte natural o crimen de estado”, aporta nuevas pruebas que sugieren que la muerte de Unamuno no fue fortuita, sino orquestada por el propio Franco.
La carta que desató la sospecha
La pista que condujo a Mayoral hacia esta teoría fue el hallazgo de una carta de Unamuno en la que describía su situación de arresto domiciliario a manos de la dictadura de Franco. En la carta, el escritor expresaba su deseo de huir de España y señalaba que, de intentar hacerlo, podría ser asesinado. Esta carta fue intervenida por el Servicio de Información Militar, que elevó un informe al dictador Franco solo once días antes de la muerte de Unamuno.
Literato en cautiverio
Sá Mayoral argumenta que Unamuno era un incómodo prisionero para el régimen franquista. A pesar de su arresto domiciliario, Unamuno tenía permitido enviar cartas y recibir visitas de periodistas extranjeros. Pero estas mismas libertades resultaban peligrosas para la dictadura, ya que el escritor no ocultaba su antipatía por el régimen, tal y como evidencia una carta publicada en el semanario francés Candide.
La posible ejecución de Unamuno
Mayoral plantea que, en aquel contexto, la dictadura decidió eliminar discretamente a Unamuno, haciéndolo pasar por una muerte natural. El presunto crimen habría sido cometido el último día de 1936, durante una visita al escritor de un profesor de la Universidad de Salamanca. Según el testimonio de la criada de Unamuno, escuchó gritos y al ingresar a la sala, encontró al escritor ya muerto.
El cubrimiento del hecho
Tras la muerte de Unamuno, el régimen de Franco actuó rápidamente para evitar la polémica. El cuerpo fue certificado por un médico represaliado que atribuyó la muerte a una hemorragia bulbar, una causa de muerte compleja de diagnosticar sin autopsia. Paralelamente, la dictadura organizó un entierro con tintes falangistas, a pesar de que Unamuno había renegado públicamente de esta ideología.
En definitiva, el libro de Mayoral arroja luz sobre las sombras que envuelven la muerte de Unamuno y señala al propio Franco como artífice del posible crimen de estado.