El pasado miércoles, a la edad de 100 años, falleció Henry Kissinger, ex Secretario de Estado de Estados Unidos y figura instrumental en la política exterior durante las décadas de 1960 y 1970. Kissinger, cuyo legado está inextricablemente vinculado a las sangrientas dictaduras de América Latina, fue señalado por la revista Rolling Stone como un “criminal de guerra idolatrado por la clase dominante”.
Legado terrible
La publicación aclara sin piedad que “la infamia del arquitecto de la política exterior de Nixon se ubica, eternamente, al lado de la de los peores asesinos en masa de la historia”, añadiendo que “una profunda vergüenza pesa sobre el país que lo celebra”.
Kissinger y el Golpe en Chile
Irónicamente, Kissinger ganó el Premio Nobel de Paz en 1973, pero es recordado por su participación en el derrocamiento de Salvador Allende en Chile y su respaldo a la subsiguiente ola de violencia. Desde el corazón de la Casa Blanca, Kissinger coordinó operaciones como el Plan Cóndor, con una brutalidad que costó decenas de miles de vidas en diferentes naciones del continente.
Su percepción de la realidad la plasmó en una declaración infame tras el golpe de estado en Chile: “No veo por qué tenemos que esperar y permitir que un país se vuelva comunista debido a la irresponsabilidad de su propio pueblo”.
Foto: www.upi.com