Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Han transcurrido más de treinta días desde que Daniel, el hijo de Rodolfo Sancho, confesara su implicación en el asesinato y posterior desmembramiento de Edwin Arrieta. Las autoridades han llevado a cabo una exhaustiva investigación, y los resultados sugieren que se trata de un crimen premeditado.
En Tailandia, las consecuencias legales de un crimen de esta magnitud son graves. Según el Artículo 288 del Código Penal tailandés, las penas pueden oscilar entre 15 y 20 años de prisión, cadena perpetua o incluso la pena de muerte. Este artículo, contenido en el Título X del Código Penal, establece claramente las disposiciones legales relacionadas con este tipo de delitos.
El oficial de policía a cargo de la investigación, conocido como “Big Joke,” ha compartido un consejo con los medios de comunicación que, de ser seguido por el joven chef implicado en el caso, podría influir en el resultado de su sentencia. “Que confiese, si no quiere morir”, advirtió Big Joke en declaraciones a La Razón.
“Según mi experiencia estamos seguros de que se trata de un asesinato premeditado. Tenemos pruebas ADN, confesión e imágenes”, añadió el oficial. Además, destacó que, a pesar de la notoriedad pública del acusado, no se le concederán privilegios especiales en prisión.
“Nada de privilegios. En cuanto consideren en la prisión, pasará con el resto de presos. Se quedará allí hasta que la corte dicte sentencia”, enfatizó Big Joke.
Aunque aún existen algunos detalles pendientes de esclarecer en la investigación, las autoridades tailandesas consideran que el caso está prácticamente resuelto. Así lo afirmó Big Joke, señalando que cuentan con la mitad del cuerpo de la víctima y todas las pruebas. “No seguiremos buscando. El acusado ya ha confesado ante nosotros”, declaró el oficial.
El caso de Edwin Arrieta ha generado una gran conmoción en Tailandia y ha puesto de manifiesto la seriedad de las consecuencias legales que enfrentará el acusado, quien ahora se encuentra bajo la lupa de la justicia tailandesa mientras se prepara para enfrentar un juicio que podría determinar su destino en los tribunales.