El escándalo de la pareja de Isabel Díaz Ayuso continua: se ha revelado un intento fallido de negocio por parte de Alberto González Amador, compañero sentimental de la conocida política Isabel Díaz Ayuso, que buscaba comercializar vacunas contra el COVID-19 a un precio considerablemente elevado en Costa de Marfil. Este intento de operación comercial ha salido a la luz tras la investigación de un conjunto de facturas presuntamente falsificadas por valor de 922.585 euros.
Un intento de negocio en el mercado africano
Alberto González Amador, aprovechando un viaje a Costa de Marfil que inicialmente tenía como objetivo explorar otros proyectos sanitarios, propuso un negocio para la venta de vacunas AstraZeneca. El precio de venta sugerido por González Amador era de 16,9 dólares por dosis, muy por encima del precio de mercado de menos de tres euros por vacuna que ofrecía AstraZeneca.
La operativa comercial ideada implicaba la colaboración con la empresa Mape Asesores, con la que previamente González Amador había realizado lucrativas transacciones en el ámbito de la comercialización de mascarillas en el año 2020. El negocio proyectado pretendía ofertar al gobierno de Costa de Marfil un total de 2.000.000 de dosis, lo cual representaba un negocio de 33,8 millones de dólares.
Desenlace de la operación y reacción de las autoridades
El acuerdo no llegó a materializarse debido a la negativa del gobierno de Costa de Marfil, que juzgó el precio propuesto como excesivo en comparación con otras ofertas. En un esfuerzo por legitimar gastos inexistentes asociados a este intento de negocio, González Amador presentó facturas aparentemente falsas ante la Agencia Tributaria Española, alegando haber incurrido en gastos operacionales y comisiones que nunca se materializaron.
La Agencia Tributaria, tras una exhaustiva investigación, concluyó que la documentación presentada por González Amador formaba parte de un esquema orientado a reducir indebidamente su obligación tributaria correspondiente a los ejercicios fiscales 2020 y 2021. Esta situación ha derivado en una denuncia por parte de la Fiscalía Provincial de Madrid, que cuestiona la veracidad de las operaciones comerciales declaradas y apunta a la existencia de un patrón de conducta destinado a eludir la tributación adecuada.
Este caso resalta las complicadas situaciones que pueden surgir en el contexto de negocios internacionales, especialmente en situaciones de emergencia global como la pandemia del COVID-19, donde la demanda urgente por vacunas ha creado oportunidades para operaciones de dudosa ética. La investigación está en curso, y se espera que se aclaren todas las circunstancias en torno a este fallido intento de negocio en Costa de Marfil. Mientras tanto, Isabel Díaz Ayuso sigue rodeada de casos de supuestas ilegalidades en su entonro más cercano.
Foto: www.principal.cat