Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Dos días después de que Irene Montero publicase una foto en Instagram, el analista de redes Julián Macías Tovar investigó cómo se difundió el bulo de la supuesta raya de cocaína, que en realidad era la tira de cremallera de un neceser. Bromear es normal, pero lo que no lo es, es que medios y partidos difundan el bulo a sabiendas.
La verdad detrás de la imagen
En la imagen, se ve claramente cómo la tela de la tira está deshilachada, siendo incompatible con la supuesta raya de cocaína. Bernat Castro87 publicó un vídeo mostrando las características del neceser de una campaña de la Generalitat.
La difusión irresponsable del bulo
A pesar de que el bulo era evidente, sirvió para las coñas habituales en Twitter. Lo preocupante es que partidos políticos insinuaran lo que no es desde sus perfiles. El PP de Madrid llegó a publicar un vídeo haciendo zoom sobre la supuesta raya de cocaína.
Medios como The Objective, OkDiario, Estado de Alarma o Periodista Digital difundieron el bulo sin aclarar la verdad, eligiendo tuits sin interacciones para acusar a Pablo Iglesias e Irene Montero de ser cocainómanos. Directores y presentadores de programas de ultraderecha también difundieron el bulo sin matizar la verdad.
Javier Negre se lleva la palma al difundir el bulo y acusar a Pablo Iglesias de cocainómano. Tras ser desmontado el bulo, al día siguiente publicó otra noticia falsa sobre una supuesta multa de tráfico.
La implicación de políticos y simpatizantes
Una curiosidad es que el vídeo que publica Negre fue capturado desde el teléfono de un concejal de Jerez, que se presentó por el PP y ha recibido contratos para su empresa en la Junta de Andalucía gobernada por el PP.
Además de los medios y “pseudoperiodistas” que difundieron el bulo, se sumaron los habituales en la “batalla cultural” y simpatizantes de VOX que son delegados de sindicatos policiales.
Difusión internacional y la actitud de “todo vale”
El bulo también llegó a difundirse fuera de España por youtubers de VOX y otros simpatizantes. Incluso algunos de ellos reconocían que era mentira, pero seguían difundiendo el bulo porque “todo vale”.
Pablo Iglesias, en un tuit, se tomó en broma la campaña de desinformación financiada con dinero público de gobiernos del PP y reflexionó sobre la normalización en la derecha política de la mentira con la colaboración de sus brazos mediáticos.
En resumen, este caso demuestra cómo actúan ciertos actores políticos y mediáticos, mintiendo a sabiendas y amparados en la impunidad, para difamar y atacar a sus adversarios políticos sin importar la verdad.
Lecciones aprendidas y responsabilidades
Este episodio pone de manifiesto la necesidad de mantener un alto grado de escepticismo ante las informaciones que se comparten en las redes sociales y en los medios de comunicación. Es fundamental que los ciudadanos sean críticos con la información que reciben y contrasten las fuentes antes de compartirla.
Por otro lado, este caso demuestra que los medios de comunicación y los actores políticos tienen una responsabilidad en la difusión de bulos y noticias falsas. Al difamar a sus adversarios políticos sin importar la verdad, contribuyen a la polarización y al deterioro del debate público.
Acciones para frenar la difusión de bulos
Para combatir la difusión de bulos y noticias falsas, es necesario tomar medidas tanto desde el ámbito individual como desde el colectivo:
Educación mediática: fomentar la educación en medios de comunicación y alfabetización digital en todos los niveles educativos para formar ciudadanos críticos y capaces de discernir la veracidad de la información que consumen.Fomentar la ética periodística: los medios de comunicación deben asumir su responsabilidad en la difusión de información veraz y contrastada, evitando la propagación de bulos y noticias falsas.Transparencia en la financiación de medios: promover la transparencia en la financiación de medios de comunicación y la separación de poderes entre medios y partidos políticos para evitar la difusión de bulos con fines políticos.Colaboración entre plataformas y verificadores: las redes sociales y las plataformas digitales deben colaborar con organizaciones dedicadas a la verificación de información para frenar la difusión de bulos y noticias falsas.Promover el periodismo de calidad: apoyar a los medios de comunicación y periodistas independientes que se comprometen con la verdad y la calidad informativa, y ofrecer herramientas para que los ciudadanos puedan acceder a información veraz y contrastada.
En definitiva, todos tenemos un papel en la lucha contra la difusión de bulos y noticias falsas. Con educación, responsabilidad y compromiso con la verdad, podemos frenar la propagación de desinformación y contribuir a un debate público más sano y constructivo.