Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
“Lo que no se nombra no existe”, afirmaba Gabriel García Márquez, y cómo resulta de aplicable esta máxima a la reciente tormenta de racismo que sacude a LaLiga. Es un tema que, si bien la sociedad ha aprendido a barrer bajo la alfombra, continúa provocando desgaste y malestar en las filas de los jugadores que se encuentran en el centro del huracán. Con los hechos recientes relacionados con Vinicius Júnior, el silencio ya no es una opción.
LA VOZ DE TEBAS: ¿FARO DE LA LIGA O BARCO PERDIDO?
Casi con la arrogancia de un monarca absoluto, Javier Tebas, presidente de LaLiga, arrojó el guante desde su trono de Twitter hacia Vinicius, exigiéndole una especie de lealtad hacia LaLiga antes de ponerla en la picota. La majestuosidad de su proclama no esconde más que una fallida estrategia de diversión. La cuestión crucial es esta: si Tebas pretende ser el faro de LaLiga, ¿no debería apuntar su luz hacia el problema del racismo y no hacia aquellos que lo denuncian?
El Valencia, por su parte, reacciona con velocidad para identificar a los transgresores. Pero un par de fanáticos localizados y posiblemente expulsados no son suficientes para limpiar el estigma. Es una enfermedad, una plaga que se ha infiltrado en las gradas y en las almas de los espectadores. La actitud de Tebas solo sirve para alimentar la idea de que LaLiga no está lo suficientemente comprometida con la erradicación del racismo.
“Ya que los que deberían no te explican qué es y qué puede hacer @LaLiga en los casos de racismo, hemos intentado explicártelo nosotros, pero no te has presentado a ninguna de las dos fechas acordadas que tú mismo solicitaste. Antes de criticar e injuriar a @LaLiga, es necesario que te informes adecuadamente @Vinijr. No te dejes manipular y asegúrate de entender bien las competencias de cada uno y el trabajo que venimos haciendo juntos”, indicó Tebas a Vinicius.
RACISMO: UN ECO QUE SE ESCUCHA CLARO Y FUERTE
En medio de todo esto, el grito de Vinicius, aunque perturbador, resuena con un poderoso eco. En un tuit contundente, expone la indiferencia de Tebas y sus insuficientes gestos de condena contra el racismo. Vinicius deja en claro: él no está aquí para conversar, sino para exigir acciones y castigos. La Liga, entonces, es vista como un espectador pasivo, quizás incluso cómplice, de este repugnante espectáculo.
La Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) se solidariza con Vinicius, y aquí también, el contraste es obvio. La CBF se alinea con su compatriota y condena el racismo como un crimen. Entretanto, Tebas y LaLiga parecen estar más preocupados por su imagen que por abordar el problema en sí.
TEBAS: ¿AL SERVICIO DE QUIÉN ESTÁ?
Aunque, indudablemente, no se debe subestimar la gravedad del comportamiento de Vinicius, uno no puede dejar de preguntarse si Tebas ha tomado la acción correcta. ¿Era necesario que el presidente de la Liga se apresurara a reprender públicamente al jugador en lugar de tomar medidas más significativas y efectivas contra el racismo?
Javier Tebas, bajo cuya supervisión el fútbol español ha experimentado ciertos incidentes alarmantes de intolerancia racial, parece más interesado en mantener la tranquilidad y la normalidad que en abordar el verdadero problema que persiste en el fútbol español. Al parecer, está dispuesto a ignorar los problemas raciales profundamente arraigados en el fútbol, mientras pueda continuar fomentando la narrativa de que LaLiga es una liga de clase mundial, libre de controversia.
Por supuesto, no podemos olvidar su conocida afiliación política, siendo un ferviente defensor del conservadurismo. ¿Es su visión política la que guía sus decisiones y actitudes frente a estos temas sensibles? ¿Está sacrificando la justicia y la igualdad en favor de una imagen sin mácula de LaLiga para atraer a los patrocinadores y mantener a raya a los medios? Es una posibilidad que no puede descartarse.
EL VERDADERO ENFRENTAMIENTO: RACISMO VS. FÚTBOL
Pasando a Vinicius, su respuesta a Tebas también es digna de atención. El jugador del Real Madrid no se quedó callado y contraatacó con un tuit en el que criticaba a Tebas por no condenar el racismo en su mensaje. Vinicius, en lugar de ser un simple peón en el ajedrez de Tebas, eligió ser el rey y moverse con audacia y determinación.
“Una vez más, en lugar de criticar a los racistas, el presidente de LaLiga aparece en las redes sociales para atacarme. Por más que hablas y finges no leer, la imagen de tu campeonato se estremece. Mira las respuestas a tus publicaciones y llévate una sorpresa… Omitirte solo te hace igual a los racistas. No soy tu amigo para hablar de racismo. Quiero acciones y castigos. El hashtag no me mueve”. respondió en Twitter Vinicius a Tebas.
La reacción de Vinicius, lejos de ser inapropiada, muestra la frustración y la impotencia que sienten muchos jugadores ante la falta de acción concreta contra el racismo en el fútbol. En lugar de centrarse en la lucha contra el racismo, LaLiga, bajo el mando de Tebas, parece más centrada en mantener la imagen de la liga que en abordar uno de los problemas más graves de nuestra sociedad actual.
Al final del día, no importa qué equipo apoyemos, todos debemos tomar partido en el verdadero enfrentamiento aquí: el racismo contra el fútbol. El fútbol debe ser un juego de unidad y respeto, no de odio y división. El fútbol y el racismo no pueden coexistir, y es hora de que figuras como Javier Tebas reconozcan esto y tomen medidas significativas para erradicar el racismo del hermoso juego.