El litigio legal del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, se encuentra en una fase decisiva, luchando por evitar su extradición a Estados Unidos. Un par de jueces del Tribunal Superior de Inglaterra y Gales serán los encargados de escuchar y valorar los argumentos de su defensa en esta semana considerada clave. El caso de Assange se considera una pugna no únicamente por garantizar su libertad, sino también para sostener el derecho fundamental a la libertad de prensa de forma global.
Esta semana se anticipa como crucial para Assange, cuya salud se está deteriorando tanto física como mentalmente. Las alarmas han sido encendidas por su esposa y abogada Stella, quien insiste en que su vida corre peligro cada día que pasa encarcelado. Si los jueces deciden a favor de la extradición, se agotarían todas las soluciones legales en Reino Unido para Assange.
La extradición de Assange como un asunto político
El caso de Assange lleva desde sus inicios un trasfondo político considerable. Si finalmente Assange fuera extraditado a Estados Unidos, podría constituir un precedente letal para la libertad de prensa a escala mundial. De hecho, Kristinn Hrafnsson, director de WikiLeaks, hace hincapié en que este caso es una amenaza directa al periodismo independiente.
La decisión del Tribunal Supremo británico en marzo de 2022 alentó la posibilidad de extraditar a Assange, a pesar de las preocupaciones en torno a su estado de salud mental y a las penurias que podría enfrentar en las cárceles estadounidenses. Desde ese momento, su equipo legal ha estado pugnando sin descanso para frenar su extradición, enfatizando la posibilidad de que Assange pudiese sufrir persecución política y recibir un juicio sesgado fuera de suelo británico.
¿Última oportunidad para Assange?
Lo que se decidirá esta semana es si Assange aun cuenta con una última oportunidad para rebatir su extradición ante un tribunal británico. Si deciden en su contra, los tiempos de entrega se acelerarán y Assange quedará en manos de las autoridades estadounidenses sin tener más opciones legales en Gran Bretaña.
Aunque el gobierno británico tiene potestad para intervenir y detener la extradición en base a decisiones precedentes, como el indulto a Chelsea Manning que realizó Barack Obama, hasta el momento no se ha mostrado inclinación a hacerlo.
Un grito global por la solidaridad
El caso de Assange ha cobrado gran importancia en el escenario global, con llamamientos de organizaciones de derechos humanos y de líderes políticos de todo el mundo para detener la extradición. El propio gobierno de Australia ha instado a que se frene la extradición, recalcan la importancia de garantizar la libertad de prensa y el derecho a la información en una sociedad democrática.
Esta semana se llegará a un veredicto que no solo marcará el futuro de Assange, sino que tendrá repercusiones en toda la comunidad internacional de periodistas y activistas por los derechos humanos. En momentos en los que la libertad de prensa se encuentra amenazada en distintas partes del mundo, el caso de Assange se proyecta como un símbolo de las vicisitudes que deben enfrentar aquellos que desafían poderes establecidos en busca de la verdad y la transparencia.
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