En un acto de resistencia, los vecinos y asociaciones locales de la Vila de Gràcia dan voz a su descontento contra la creciente gentrificación que asedia su barrio. El persistente aumento de precios de alquiler y la abundante presencia de comercios foráneos son los principales descontentos de las protestas.
Protesta vecinal contra la gentrificación
La jornada de protesta sirvió como altavoz para denunciar un mal que amenaza las raíces y la identidad cultural de esta emblemático barrio. La diversidad y el carácter comunitario, tan propios de la Vila de Gràcia, parecen estar en peligro ante la avalancha de negocios enfocados al turismo y la exorbitante especulación inmobiliaria que incrementan considerablemente los precios de alquiler.
El grito contra la gentrificación
La retórica de las quejas de los vecinos es clara y tajante. Exigen el cese inmediato de políticas que favorecen a los propietarios de inmuebles y empresas sobre los vecinos de toda la vida. Según ellos, el Ayuntamiento de Barcelona, liderado por Jaume Collboni, parece haber dado la espalda a sus responsabilidades para tomar medidas efectivas que contrarresten el problema.
Reclaman justicia y piden la intervención inmediata del actual consistorio para preservar la esencia del barrio, que parece desvanecerse gradualmente con el avance imparable de la gentrificación. La expectativa es clara: no se trata solamente de preservar la identidad de un barrio, sino de garantizar el derecho a la vivienda y a la ciudad para todos sus habitantes.
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