
Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
La polémica sigue y las reacciones políticas continúan surgiendo en relación al escándalo protagonizado por el presidente suspendido temporalmente por la FIFA de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, durante la final de la Copa del Mundo de Fútbol Femenino.
Mientras la mayoría de las fuerzas políticas han expresado sus opiniones sobre los acontecimientos que ya están siendo investigados por la Fiscalía de la Audiencia Nacional o que están bajo el juicio del Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), aún faltaba una por manifestar su posición: Vox.
La formación liderada por Santiago Abascal reveló a través de una serie de mensajes en la red social X (anteriormente conocida como Twitter) su perspectiva sobre el comportamiento de Rubiales, que ha sido objeto de críticas incluso por el propio Gobierno en funciones.

En consonancia con otros aspectos relacionados con la lucha contra el machismo y el avance del feminismo, Vox minimizó la importancia del asunto al tiempo que condenó la conducta de Rubiales con esta peculiar declaración: «Con sentido común se puede distinguir lo que es una grosería o mala educación de lo que es un delito. Y nosotros sabemos distinguirlo».
«¿Qué piensa VOX sobre el Caso Rubiales? Denunciamos la cacería política y mediática a la que se está sometiendo personalmente al señor Rubiales», comunicó el partido de Santiago Abascal en sus redes sociales.
Vox afirmó que rehúsan «comprar el relato de la izquierda que pretende ocultar el fracaso de la Ley del Sí es Sí y blanquear a quienes la han promovido causando la excarcelación masiva de delincuentes sexuales».
Este jueves, el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, Félix Bolaños, fue preguntado sobre la posición de Vox justo antes de visitar la exposición «El exilio intelectual en Puerto Rico» en la Biblioteca Nacional.
Bolaños no titubeó al reprochar que dicha postura no representa la España actual, sino más bien una mentalidad «machista y anticuada», de la cual se «avergüenza». Señaló que esto contrasta con una España que es «igualitaria, libre, solidaria, plural, diversa y tolerante». Sin embargo, el ministro aprovechó la oportunidad para devolver una pregunta a los periodistas.
Bolaños sugirió que «a quien hay que preguntar es al PP», partido que también ha condenado la conducta de Rubiales. No obstante, el PP aprovechó la ocasión para criticar al Gobierno, acusándolo de demorarse en su respuesta, a pesar de que el Ejecutivo sigue los procedimientos y plazos legales para evitar cualquier error que Rubiales pueda utilizar a nivel legal o administrativo.
Bolaños indicó que sería apropiado preguntar a los populares qué opinan de estas declaraciones tan machistas de Vox respecto al caso Rubiales, «porque Vox es el socio preferente y con quien gobierna en una docena de Comunidades Autónomas y ayuntamientos».