Ante el plan oculto del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD), que reclama la deportación masiva de dos millones de migrantes hacia el norte de África con una política llamada “Remigración”, la población alemana se ha movilizado para expresar su rechazo.
Este proyecto de la AfD podría presentar serios desafíos para las políticas de derechos humanos internacionales y la propia Constitución alemana que prohíbe tales acciones. Diversos sectores de la sociedad alemana han manifestado su oposición a tal medida, incluyendo a académicos, políticos de diferentes sectores, organizaciones de derechos humanos y, con particular fuerza, a la comunidad migrante.
Los detalles exactos del plan de la AfD permanecen bajo sombras, pero la dimensión de la propuesta, que afectaría a millones de personas, ha alarmado a los ciudadanos comprometidos con la convivencia pacífica y el respeto a los derechos humanos. Asimismo, este intento de exprimir el sentimiento anti-inmigración ha reafirmado el compromiso cívico de la población alemana de preservar su cultura de diversidad y tolerancia.
La iniciativa de la ultraderecha alemana contrasta de manera alarmante con los principios de los derechos humanos, en particular en lo que respecta a la protección de los migrantes y las minorías étnicas. Es una llamada de atención sobre la necesidad de reafirmar y defender las libertades fundamentales que se ven amenazadas.
De todas maneras, en estos tiempos de temor y odio fomentado por grupos xenófobos, los ciudadanos alemanes, comprometidos con sus ideales de diversidad, tolerancia y respeto, se están movilizando contra este plan. Esta respuesta cívica demuestra que el espíritu humano, en su esencia, siempre prevalecerá sobre el odio y el miedo. Ha llegado el momento de unirse, de luchar por la igualdad y dignidad de todos los seres humanos, independientemente del lugar de nacimiento, el color de piel, la religión o el estatus de inmigración.
Foto: www.france24.com