El panorama político europeo está viviendo transformaciones clave. Las previsiones para las elecciones al Parlamento Europeo de 2024 apuntan a un notable avance de la ultraderecha en varios países. Esta evolución acarrea potenciales cambios en la integración europea, las políticas de inmigración, los derechos humanos y la democracia liberal.
El ascenso de la ultraderecha en Europa
El incremento de apoyo a partidos de extrema derecha se manifiesta principalmente en países como Austria, Bélgica, la República Checa, Francia, Hungría, Italia, los Países Bajos, Polonia y Eslovaquia. Este cambio podría repercutir en un replanteamiento de las políticas nacionales, incentivando un enfoque más restrictivo en la inmigración, un incremento del nacionalismo y un posible alejamiento de los principios de la Unión Europea.
Impacto en países específicos
En Francia, Agrupación Nacional podría reforzar una agenda política más nacionalista y antiinmigrante. En Italia, con el partido Hermanos de Italia ganando terreno, se prevee un refuerzo de políticas similares. Mientras que en Hungría y Polonia ya son conocidos los desafíos a los valores y normativa de la UE.
Este cambio también podría alterar la política exterior de la UE, especialmente en temas como la acción climática y la respuesta a crisis globales.
Pérdida de escaños de partidos tradicionales
Los dos principales grupos políticos del parlamento –el Partido Popular Europeo y la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas– probablemente seguirán perdiendo escaños, lo que refleja el creciente apoyo a los partidos extremistas y a más pequeños.
Movilización para detener el avance de la ultraderecha
La creciente influencia de la ultraderecha en Europa subraya la necesidad de una mayor conciencia y educación política. Los partidos políticos tradicionales y las instituciones democráticas deberían abordar las preocupaciones legítimas de los ciudadanos que a menudo son capitalizadas por los partidos de ultraderecha.
Finalmente, la solidaridad y la cooperación entre diferentes países son fundamentales. Trabajar juntos para promover políticas inclusivas y sostenibles puede ayudar a construir una Europa más unida, donde la ultraderecha tenga menos espacio para crecer.
Foto: www.surysur.net