Un desastre ecológico amenaza las costas gallegas y pone de manifiesto una falta de respuesta suficientemente contundente por parte de las autoridades pertinentes. Este desastre se originó por el vertido de pellets de plástico provenientes del mercante ‘Tocano’ que cayó en aguas portuguesas. Los pellets, pequeñas bolas de resina blanca de menos de cinco milímetros de tamaño empleadas para fabricar productos de plástico, han viajado hasta las costas de Oleiros, Outes y la Mariña lucense, convirtiéndose en un peligro para la fauna marina y el equilibrio de los ecosistemas locales.
Uno inferiría que la urgencia y gravedad de esta situación provocaría una acción inmediata de las autoridades competentes. Sin embargo, los municipios afectados y la asociación Noia Limpa han denunciado lo insuficiente que ha sido, en el mejor de los casos, la respuesta de las autoridades.
Comunicación insuficiente y acción tardía
A pesar de la magnitud del problema, los ayuntamientos de Oleiros y Outes han denunciado una falta de comunicación por parte de la Xunta y del Gobierno central. Pasividad que contrasta con el mar de plásticos que amenaza nuestras costas.
Empobrecimiento ecológico y dejadez
La aparición de estos diminutos plásticos en las playas de Broña y Siavo en Outes, aunque clasificada como “muy baja” por el Ayuntamiento, no puede ser menospreciada. Cada partícula de plástico supone un peligro para la fauna marina y el equilibrio ecológico de la zona. La indiferencia y falta de medidas robustas por parte de las autoridades deja latente una preocupante desatención a la protección de nuestro medio ambiente.
La Xunta de Galicia del PP no responde
Cerca de un mes después del inicio del vertido, la Xunta de Galicia activó el Plan Territorial de Contingencias por la Contaminación Marina Accidental, conocido como Camgal. Sin embargo, este plan debería haberse activado al detectarse una contaminación significativa en la costa. Aquí radica otra gran interrogante: ¿Por qué esta tardía reacción?
Llamamiento a la responsabilidad
El desastre que estamos presenciando en nuestras costas es un llamado al compromiso y a la acción. La protección del medio ambiente es un deber que todos compartimos. No podemos permitir que se vea amenazada por una reacción tardía e indiferente ante situaciones de emergencia como la que ahora amenaza las costas gallegas.
Esperamos, por tanto, que las autoridades tomen medidas estrictas y efectivas para limpiar nuestras costas y prevenir futuras catástrofes ecológicas. La responsabilidad de proteger y preservar nuestro entorno natural no debe ser tomada a la ligera. Exigimos medidas inmediatas y acciones concretas para enfrentar esta crisis ambiental y preservar la belleza innegable de nuestras costas gallegas.
Foto: actualidad.rt.com