Ecuador, que en algún momento fue una de las naciones más tranquilas de América bajo la administración de Rafael Correa, se ha convertido en uno de los países más violentos de la región en los últimos años. Este cambio desafortunado es el resultado de la acumulación de drogas durante la pandemia, la invasión de mafias europeas en una economía abierta y la libertad de moneda. Actualmente, Ecuador se asemeja a México en los noventa también conocido como el período más peligroso de la historia del país.
Estado de Emergencia en Ecuador: asalto a platós de TV, motines en prisiones y disparos en las calles
El presidente ecuatoriano, Daniel Noboa, ha reconocido un “conflicto armado interno” en su país mediante un decreto presidencial. En este mismo documento, Noboa ha dado órdenes a las Fuerzas Armadas para llevar a cabo acciones militares, basándose en el derecho internacional humanitario y garantizando el respecto a los derechos humanos.
Este decreto llega en un momento de gran tensión para el país, que se encuentra en estado de excepción, con toque de queda nocturno desde este lunes y la presencia de incidentes en seis cárceles del país. Sin embargo, esta medida no ha prevenido la ocurrencia de explosiones de vehículos, atentados con explosivos y secuestros de policías, entre otros sucesos.
El día martes, un grupo de encapuchados armados ingresó a las instalaciones del canal de televisión TC, en Guayaquil, sometiendo a su personal durante una transmisión en directo. Irrumpieron en la transmisión exigiendo que la Policía se retirase del lugar. La tensión en el país se acentuó con la fuga de Adolfo Macías, uno de los criminales más peligrosos del país, de una prisión ecuatoriana. Tras su escape, diversos funcionarios de prisiones fueron tomados como rehenes en los motines ocurridos en seis cárceles del país.
La violenta transformación de Ecuador
El presidente Daniel Noboa asumió el cargo en diciembre, llevando al país aún más hacia la derecha debido a su enfoque empresarial y su deseo de mantener una economía dolarizada. Esta serie de decisiones no solo ha repercutido en la economía del país, sino que también ha contribuido a que el crimen organizado del narcotráfico se arraigue aún más en su sociedad.
Los conflictos violentos originados por la lucha contra el narcotráfico se han convertido en un asunto de la vida cotidiana en Ecuador. El reciente asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio evidencia esta preocupante realidad y ha puesto de relieve las profundas crisis de seguridad que asolan al país.
En voz de Gonstantin Groll, director de la oficina ecuatoriana de la Fundación Friedrich Ebert: “Cada vez queda más claro que Ecuador es el centro de la violencia en el mundo andino, superando la tasa de homicidios de México”.
La evidente relación entre el Estado y el crimen organizado
Ecuador ha estado experimentando un aumento gradual en la crisis de seguridad y en la infiltración del crimen organizado en las instituciones del estado. En palabras de Groll: “cada vez hay más voces de expertos que indican que hay vínculos entre el Estado y el crimen organizado”.
Este aumento en los niveles de violencia ha llevado a que, a finales de 2023, la tasa de homicidios en Ecuador supere a la de países como México y Colombia, con más de 35 homicidios por cada 100 mil habitantes.
Luces y sombras en la política de Ecuador
Las transformaciones políticas y económicas que ha experimentado Ecuador han tenido efectos palpables en la sociedad del país. En concreto, la situación actual es el resultado de décadas bajo el dominio de una plutocracia compuesta por grandes familias que han controlado la banca, los medios de comunicación y las instituciones políticas.
La llegada de gobiernos progresistas a principios de este siglo comenzó a romper la dinámica del poder establecida y desató tensiones entre diferentes partidos y organizaciones sociales. El viraje posterior del país al neoliberalismo solamente las agravó aún más. Estas tensiones se han visto reflejadas en los altos niveles de corrupción estatal y en el incremento de la violencia resultado del narcotráfico y otros delitos organizados.
Este amenazante escenario es alimentado por la desigualdad extrema que existe entre la mayoría de la población y el reducido grupo de personas que detentan los privilegios de poder. Sumado a esto, factores como la ubicación geográfica de Ecuador, la falta de control en las fronteras, y la libertad económica han facilitado el auge del crimen organizado en el país.
Los desafíos que enfrenta Ecuador son arduos y requieren de acciones inmediatas para atender de manera integral la crisis de seguridad y la creciente violencia que desgarra su sociedad. Porque tarde o temprano, las cicatrices de estas decisiones se harán evidentes en las vidas de sus habitantes y en la historia del país.
Foto: www.crisisgroup.org