Algunos académicos y economistas destacados han encontrado una forma atractiva pero altamente ilegal de ganar dinero. Un grupo de profesionales y académicos, entre ellos dos profesores del prestigioso IESE, ha orquestado la mayor trama de apartamentos turísticos ilegales de Barcelona. A través de un intrincado laberinto de empresas, adquirían propiedades que luego se alquilaban a través de Airbnb.
El complejo modus operandi
Según investigaciones municipales, estas operaciones comenzaron a principios de 2016. Cuando en el servicio de inspección de licencias de Barcelona se tramitaban denuncias de un individuo que compraba viviendas para dividirlas y alquilarlas a turistas, pronto se desveló la amplitud de la operación. El líder de la organización posee hasta 11 empresas, a través de las cuales adquiría las propiedades para luego arrendarlas a un intermediario, tras lo cual los apartamentos eran alquilados a turistas a través de Airbnb.
Sus resultados
Su método les aportaba una ganancia suficiente para mantener la operación en funcionamiento durante varios años. El Ayuntamiento, al darse cuenta de este caso, ha emitido una multa de hasta 600.000 euros por la gestión de 37 viviendas turísticas ilegales, que se subdividieron en un total de 71 apartamentos.
El núcleo de la operación
La trama, incluido su líder, está compuesto por economistas, en su mayoría titulares de cargos en IESE, una institución vinculada a la Opus Dei. Dos de los profesores fueron socios en diferentes intervalos entre diciembre de 2015 y julio de 2023.
Implicaciones y consecuencias
A pesar de las multas impuestas por el Ayuntamiento, las investigaciones continúan. El Ayuntamiento ha enviado sus hallazgos a la Agencia Estatal Tributaria, la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra para detectar posibles delitos fiscales o penales. En este caso, está claro que el alquiler ilegal y, por supuesto, la evasión de impuestos es una práctica que se toma muy en serio y se castiga con la máxima rigidez legal posible.
Las víctimas de la operación
Este es solo un ejemplo de cómo los ricos buscan formas de enriquecerse aún más a expensas de los demás. Los vecinos de las propiedades adquiridas por este grupo de economistas sufrieron el continuo ir y venir de los turistas, y en algunos casos se encontraron en situaciones difíciles debidas a las disputas entre vecinos.
Al final, sin embargo, los verdaderos perdedores son los residentes de Barcelona, que no solo tienen que lidiar con la cada vez mayor densidad de población y la inflación de los alquileres, sino que también se ven obligados a vivir al lado de apartamentos dedicados al alquiler turístico ilegal.
La operación de alquiler turístico ilegal es un perfecto ejemplo de la ambición desmedida y las prácticas comerciales poco éticas. A pesar de las regulaciones existentes, parece que siempre hay quienes están dispuestos a doblar, o incluso romper, las reglas para obtener ganancias. Y en un acto de hipocresía final, estos individuos se esconden detrás de sus credenciales académicas para legitimar sus acciones.
No obstante, historias como esta sirven para recordarnos la importancia de la vigilancia y la diligencia en la lucha contra el alquiler ilegal y otras formas de explotación inmobiliaria. Aunque las instituciones y las leyes existentes hacen todo lo posible para prevenir tales operaciones, queda en manos de todos nosotros seguir siendo vigilantes y hacer todo lo posible para frenar estas prácticas siempre que las detectemos.
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