Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
No podemos permitir que la prensa de la mentira siga alimentando una narrativa peligrosa que atenta contra la dignidad y los derechos de las personas trans.
En un momento donde la empatía y la comprensión deberían ser las guías en nuestra sociedad, nos enfrentamos a una constante lucha contra las noticias falsas y la desinformación. La malicia y el sensacionalismo de ciertos medios de comunicación han atizado una vez más la intolerancia, el prejuicio y el odio hacia el colectivo trans.
Hoy, en un acto de justicia, vamos a desmantelar uno de esos bulos que ha tenido un impacto dañino en la opinión pública: el caso de una presa trans en Alicante que supuestamente dejó embarazada a otra interna. No sólo nos enfrentamos a la mentira, sino a la manipulación de los hechos con el objetivo de atacar y demonizar a un colectivo ya marginado.
Aquí están las claves que desenmascaran esta falacia:
Publicación inicial: El panfleto de OkDiario publicó una noticia en exclusiva sobre una reclusa trans que habría dejado embarazada a otra interna en una cárcel de mujeres en Alicante. El titular: “Un preso trans deja embarazada a una interna tras ser trasladado a una cárcel de mujeres de Alicante”.
Medios: La noticia fue replicada en varios medios, generando comentarios críticos y tránsfobos. En todos se destacaba el supuesto embarazo y que la reclusa se había “autodeterminado” mujer. El concepto está recogido expresamente en la ley trans aprobada el pasado mes de marzo en el Congreso de los Diputados.
Redes: La noticia también fue rápidamente replicada en redes sociales, principalmente por aquellos usuarios ultra y contrarios a la ley aprobada por el Ministerio de Igualdad. “Avisamos de que esto iba a suceder.”, señalaba el lobbie ultra HazteOir en Twitter.
Desmentido y consentimiento: ABC y The Objective, en primer lugar, reportaron que los test de embarazo que se llevaron a cabo en el Centro Penitenciario de Alicante Cumplimiento, conocido como la cárcel de Fontcalent (Alicante), dieron negativo. Asimismo, la relación entre las reclusas fue consentida y no tuvo nada que ver con la recientemente aprobada Ley Trans.
Normativa: La reubicación de la presa trans se basó en una instrucción de 2006, que permite solicitar reconocimiento de identidad de género para efectos de separación interna, pero requiere una valoración médica y psicológica.
Hemos desglosado, con hechos y razones, una historia que fue distorsionada por aquellos que ven en la mentira una herramienta para avanzar en su agenda de odio y discriminación. No podemos permitir que la prensa de la mentira siga alimentando una narrativa peligrosa que atenta contra la dignidad y los derechos de las personas trans.
La lucha por la verdad y la justicia es una responsabilidad colectiva, y es en momentos como estos donde debemos alzar nuestra voz, no sólo en defensa de la verdad, sino en defensa de la humanidad y el respeto hacia todos, sin importar su identidad de género. Que este acto de desmentido sea un recordatorio de que estamos unidos contra la ignorancia, y que no descansaremos hasta que la justicia y la igualdad sean la norma, no la excepción.