Barcelona vuelve a destacar a nivel nacional por su fuerte apuesta social, según el análisis elaborado por la Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Los datos correspondientes al ejercicio de 2022 revelan que la ciudad condal es la de mayor inversión en servicios sociales entre las grandes ciudades del país, ocupando además el cuarto puesto en la lista general de municipios.
El significado de “Excelencia Social”
El ranking, que toma en cuenta municipios de más de 20.000 habitantes, se basa en lo que la entidad denomina “criterios de excelencia social”. Estos abarcan una serie de parámetros como el gasto en servicios sociales superior a los 151.31 euros por habitante al año, no haber reducido la partida económica respecto a ejercicios anteriores, y que este gasto represente al menos el 10% del total del presupuesto. Otro aspecto a tener en cuenta es la transparencia financiera.
De acuerdo a estos criterios, solo 37 ayuntamientos de los 404 analizados han alcanzado niveles de excelencia. Barcelona destaca entre las tres únicas capitales de provincia que han logrado este mérito, junto a Granada y Santa Cruz de Tenerife.
Excelencia social a nivel autonómico
En términos autonómicos, Andalucía lidera la lista con 16 ayuntamientos que han alcanzado la “excelencia social”, seguida de Cataluña con seis. En el caso de Cataluña, además de Barcelona, otras dos ciudades también han multiplicado su inversión social hasta alcanzar niveles de excelencia. Se trata de Santa Coloma de Gramenet, que cerró el 2022 con una inversión de 208,04 euros por habitante al año, y Vilanova i la Geltrú, con un gasto de 170,69 euros.
En el otro extremo
La Asociación Estatal de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales también ha hecho énfasis en los municipios que han invertido por debajo de lo que consideran el “umbral de pobreza en inversión social”, definido como un gasto inferior al 60% de la mediana, es decir, 56,74 euros por habitante al año. Paralelamente, el estudio evidencia que Roses, en Girona, es el municipio catalán que menos invierte en servicios sociales, con una media de 55,65 euros por habitante.