En los últimos años, Barcelona ha experimentado una disminución en el número de pisos turísticos. Sin embargo, las cifras han vuelto a crecer recientemente. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), a partir de agosto de 2023, hubo 7.531 pisos turísticos en Barcelona, una cifra que representa un pequeño aumento en comparación con las cifras del 2020.
Una ligera subida
El incremento en los últimos seis meses ha sido modesto, apenas de 22 pisos más en comparación al 2020. Actualmente, alrededor del 0,93% de las viviendas en Barcelona están destinadas al turismo, un número menor respecto al 2,13% que existía en 2020 cuando había un total de 17.280 pisos.
La situación en Cataluña y España
Cataluña acoge un total de 52.026 viviendas turísticas y en toda España la cifra se eleva hasta 340.424. De hecho, el aumento anual de este tipo de habitaciones ha sido significativo, un 9,2 por ciento.
Pronóstico de aumento
Este año se han presentado dos sentencias judiciales que provocarán un aumento adicional en el número de pisos turísticos en Barcelona, muy por encima de los 22 incluidos en las cifras del INE. Hace una semana, se supo que el Ayuntamiento de Barcelona deberá autorizar casi 900 pisos turísticos debido a un fallo judicial en el Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT). Desde la anulación de esta regulación por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en 2019, se han puesto en marcha 615 nuevas viviendas de uso turístico. Esto significa que el censo actual de propiedades de este tipo en la capital catalana es de 9.804 pisos.
Otro golpe a las regulaciones
El otro caso ocurrió a finales de abril, cuando un juez concedió permiso a un gran tenedor, Inmobiliaria Gallardo, para abrir un total de 120 pisos turísticos en un edificio en la Calle Tarragona en el barrio Esquerra de l’Eixample. A pesar de la prohibición de conceder nuevas licencias, este permiso se pudo llevar a cabo debido a una laguna legal. Mientras que el Ayuntamiento aprobó la prohibición en 2017, en 2019 el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) la anuló. Fue entonces cuando Inmobiliaria Gallardo aprovechó la oportunidad para solicitar las licencias. El verano pasado, la justicia falló a favor de la propiedad y se concedieron las licencias.