Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Solo 104 personas de más de 700 a bordo fueron rescatadas
El 13 de junio de 2023, el Mediterráneo se convirtió en el escenario de una tragedia que sacudió la conciencia europea. Un pesquero con más de 700 migrantes a bordo naufragó en una de las zonas más profundas de este mar. La esperanza de una vida mejor llevó a estas almas a emprender un peligroso viaje, que para muchos se convirtió en su último.
La tragedia, sin embargo, no fue un suceso inesperado. Las autoridades griegas y diversas agencias habían recibido alertas de la situación crítica del pesquero mucho antes de que se hundiera. Pero en lugar de acciones rápidas y contundentes para el rescate, lo que emergió fue una serie de retrasos, decisiones cuestionables y relatos contradictorios.
En este artículo, desgranamos las claves de la tragedia, y examinamos cómo la falta de coordinación y una posible negligencia pudieron haber contribuido al desenlace catastrófico:
Retraso en la activación del rescate: La Guardia Costera griega estaba al tanto de la situación de riesgo del pesquero, abarrotado de migrantes, más de 15 horas antes de que naufragara. Aunque Grecia alega que los migrantes se negaron a ser rescatados, testimonios de los sobrevivientes y un análisis de la BBC cuestionan la versión oficial y sugieren que hubo un retraso en la activación del operativo de rescate.
Contradicciones en la versión de las autoridades griegas: Los guardacostas griegos afirman que el pesquero rechazó la ayuda y continuó navegando hacia Italia. Sin embargo, un análisis de datos de tráfico marítimo sugiere que el pesquero apenas se movió durante varias horas antes de volcarse. La versión de los guardacostas, que aseguraban que el pesquero mantenía un rumbo constante, se contradice con esta información.
Desesperación y confusión a bordo del pesquero: Los migrantes a bordo del pesquero estaban en contacto con la activista Nawal Soufi, quien relató en redes sociales la angustia y desesperación que vivían. Los migrantes describían una situación crítica, con personas fallecidas y heridas, y expresaban confusión sobre si las acciones de los buques cercanos eran intentos de rescate o ponían en riesgo sus vidas.
Inadecuada distribución de suministros y riesgo de volcamiento: Dos buques comerciales se acercaron al pesquero para entregar comida y agua. Según la activista Nawal Soufi, uno de estos buques arrojó botellas a un solo lado del barco, lo que causó que los migrantes se agolparan de un lado, creando un desequilibrio peligroso. Además, hubo reportes de que los migrantes estaban vacilantes en recibir ayuda debido a su deseo de llegar a Italia.
Catastrófico desenlace y respuesta insuficiente: Finalmente, el pesquero volcó y, según el capitán de un barco de la Guardia Costera que llegó a la zona, fue en ese momento cuando los equipos de rescate griegos actuaron. Solo 104 personas de más de 700 a bordo fueron rescatadas, y 80 cuerpos fueron recuperados. Las mujeres y niños, que se encontraban en la bodega del barco, no fueron encontrados entre los rescatados o fallecidos.
La tragedia del pesquero en el Mar Jónico no solo dejó una inmensa pérdida de vidas, sino que también reveló la vulnerabilidad y desesperación de quienes buscan refugio y una vida mejor. Las señales de peligro estaban presentes, pero la respuesta fue insuficiente y tardía.
Mientras Europa enfrenta el continuo desafío de la migración por mar, es imperativo aprender de estos errores. Un enfoque humanitario, una cooperación internacional eficaz y protocolos de rescate ágiles deben ser componentes clave en la respuesta a futuras crisis.
Ninguna vida debería ser desechable, y la dignidad y seguridad de cada persona, independientemente de su origen, debe ser una prioridad en las aguas que conectan nuestros continentes.