Una vecina del barrio de Sants, de 75 años y en tratamiento por cáncer, se enfrenta a una orden de desahucio para este miércoles. Montserrat Llinares ha vivido en el mismo piso de la calle Joan Güell desde que se casó en 1976. Hace unos años, debido a necesidades económicas, tuvo que pasar de ser propietaria a inquilina. La inmobiliaria que posee actualmente la propiedad se niega a renovarle el contrato de alquiler, a pesar de que nunca ha dejado de pagar.
Desalojo inminente para una anciana en Sants
Hace años, Montserrat perdió la propiedad del inmueble tras una dación en pago al Banc Sabadell, cuando tuvo que poner la vivienda como aval para el negocio de su hijo, que no prosperó. Aunque se acordó que podría seguir viviendo en el piso en calidad de arrendataria hasta su fallecimiento, la propiedad ha cambiado varias veces de manos. Pasó del banco a su inmobiliaria, Solvia, y de esta a Promontoria Coliseum, con participación del fondo estadounidense Cerberus. La nueva propietaria no ha querido renovar el contrato de alquiler a pesar de la disposición de Montserrat a pagar hasta 800 euros mensuales.
Difícil situación de vivienda
El Grupo de Vivienda de Sants, que está apoyando a Montserrat, considera que los bancos deberían asumir responsabilidades por el traspaso de propiedades a fondos de inversión. Reclaman que se respete el acuerdo inicial con el Banc Sabadell, permitiendo que Montserrat se quede con un alquiler asequible en una vivienda que ya pagó por completo en su momento.
El problema del arraigo
Montserrat ha vivido toda su vida en los barrios de Sants y Collblanc. “No quiero salir de aquí, lo tengo claro”, dice Montserrat. A día de hoy, no hay una alternativa viable sobre la mesa. Con su pensión de jubilación, no puede cumplir los requisitos para acceder a un alquiler social ni encontrar otro piso asequible. “He buscado y las inmobiliarias me dicen que no hay pisos, solo he encontrado uno cerca y piden 1.400 euros, yo no llego a eso”, explica Montserrat con desesperación, pidiendo simplemente un alquiler como los que ha pagado siempre.
Un desahucio en tiempos difíciles
Desesperada ante la amenaza inminente del desahucio, Montserrat hace un llamamiento: “Que me hagan un alquiler como los que he pagado siempre y ya está”. La situación resalta la difícil coyuntura para muchas personas mayores que, a pesar de haber sido propietarias o estar bien arraigadas en su comunidad, se encuentran en riesgo de perder su hogar.
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