Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Las nuevas apuestas de la cadena no han conseguido conectar con los espectadores, lo que ha hecho que la audiencia siga disminuyendo.
La crisis de audiencia que sufre La 1, el principal canal de la televisión pública española TVE, no tiene fin. En febrero, su cuota de pantalla se situó en el 8,7%, lo que supone una caída de siete décimas respecto al mes anterior y una de las peores audiencias de su historia.
Incluso ha sido superada por el conjunto de canales de la Federación de Organismos de Radio y Televisión Autonómicos (FORTA), siendo las cadenas catalana, aragonesa y gallega las que tiran del carro para lograr el sorpasso.
La programación de noche, el prime time y el late night es el auténtico talón de Aquiles de La 1. Ninguna de sus apuestas, ni el cine ni las novedades, ni siquiera con el mareo de cambios de días y de horas, les da una alegría. En realidad, solo la programación de tarde ha conseguido hacerse un hueco. La serie de sobremesa La promesa es el único de los estrenos de la temporada que cuenta con el favor del público.
8,7 de cuota
Los datos no engañan, y es que un 8,7% cuota de pantalla media en el mes sitúa a La 1 en el quinto puesto del ranking de las televisiones más vistas. Febrero lo lidera otra vez -y ya van 16 consecutivos- Antena 3 (14,2%). Le sigue Telecinco, que con un 11% se da una pequeña alegría al subir 5 décimas con respecto al mes anterior, cuando se hundió al peor mes de su historia. Las temáticas de pago afianzan su tercera posición del podio de las televisiones favoritas con el 10,6% de share. En cuarta posición se sitúan los canales de la FORTA, que consiguen un histórico sorpasso.
En febrero, La Sexta se queda a tan solo dos puntos y medio de empatar con La 1 y Cuatro a 3,4 puntos. Las malas noticias para RTVE no se quedan solo en los datos de La 1. La 2 también baja y se queda con un residual 2,8% de cuota media mensual, según datos de Kantar Media.
Crisis de identidad, crisis de contenido
La programación de La 1 no parece estar en sintonía con los gustos del público actual, que busca contenidos de calidad, pero también entretenidos y frescos. En este sentido, las nuevas apuestas de la cadena no han conseguido conectar con los espectadores, lo que ha hecho que la audiencia siga disminuyendo.