El Ayuntamiento de Barcelona se encuentra en la recta final de aplicar una multa histórica contra la más grande red de viviendas turísticas ilegales detectada hasta ahora en la ciudad.
Las trampas inusuales
Según las fuentes municipales, esta red sofisticada, presuntamente dirigida por un individuo aun sin identificar, tenía operando como mínimo 71 alojamientos irregulares en los distritos del Eixample y de Ciutat Vella. Los inquilinos del edificio ubicado en la calle Giralt el Pellisser, número 16, han acusado repetidamente al individuo de practicar “mobbing inmobiliario”, un método de hostilización para forzar la salida de los inquilinos y transformar las viviendas en alojamientos turísticos ilegales.
Empresas Pantalla
Las operaciones fraudulentas de la red quedaron atrapadas en una maraña de empresas pantalla, haciendo particularmente complicada la investigación para las autoridades locales como los Mossos y la Guardia Urbana. Además de la cantidad de propiedades involucradas, la red usaba tretas inéditas para dificultar el seguimiento de sus operaciones.
Entrevistas con los Inspectores
Los inspectores del Ayuntamiento, quienes llevan más de cinco años investigando este caso, describen que los operadores de viviendas turísticas ilegales suelen ser “matones” que presionan hasta que los detectan o falsos empresarios que pretenden mantener un bajo perfil. Sin embargo, el presunto cabecilla de esta red se ha movido con total impunidad y una notable audacia.
Un laberinto de empresas pantalla
La red intentaba esconder sus actividades detrás de una maraña de empresas pantalla, complicando el rastreo y la imposición de sanciones. En el informe elaborado por los servicios de inspección, se explica que el presunto cerebro de todo esto “es administrador de numerosas sociedades cuyo objetivo principal es la adquisición y gestión de bienes inmuebles para dedicarlos al alquiler turístico sin la correspondiente licencia”.
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