
¿Qué ha pasado con la Ley Mordaza? La noticia ha inundado todos los periódicos. Tras tres años de negociaciones, la ley mordaza sigue vigente tras el último intento fallido de derogarla. Una oportunidad perdida para una ley que restringe derechos humanos.
Esta pausa de la derogación de la ley viene de la mano de ERC y Bildu, ya que no han aceptado la nueva normativa alrededor de las pelotas de goma y las devoluciones en caliente.
¿Pero qué es la ley mordaza?
La Ley Mordaza es una ley aprobada en España en 2015 con el objetivo de limitar la libertad de expresión y los derechos de manifestación y reunión. Esta ley prohíbe la difusión de contenidos audiovisuales de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, y sanciona con multas altas a quienes se involucren en manifestaciones «violentas» o en protestas que perturben el tráfico o el orden público. Esta ley también impone restricciones a la prensa y a los medios de comunicación, limitando su derecho a informar libremente.
La ley ha sido ampliamente criticada por los grupos de derechos humanos y los activistas porque se considera que restringe la libertad de expresión y el derecho a la información. Muchos la han calificado como una ley antidemocrática, al igual que numerosos organismos internacionales como Amnistía Internacional.
¿Y qué ha pasado exactamente?
El político Jaume Asens, de Unidas Podemos comentó para los medios y en su twitter personal la triste noticia de que no han podido derogar la ley.
¿Qué hemos perdido?
Hemos perdido la protección de derechos humanos tales como la libertad de expresión.
Un caso tan sonado como el de los Titiriteros durante el mandato de Rajoy. En este caso, los titiriteros fueron condenados por una representar una obra que para la ley mordaza «enaltecía al terrorismo» .Como escribe Juan Diego Botto en este artículo , criminalizar la ficción es propio de las peores dictaduras.
¿Qué cambios no se han quedado en el tintero tras esta fallida reforma?
A continuación daremos 18 apuntes sobre algunas de las propuestas que no han pasado tras la respuesta negativa a la reforma:
- Manifestarse sin previo aviso no supondría multa. La ausencia de comunicación previa no impedía el ejercicio del derecho.
- La reducción de las cuantías de las infracciones y la introducción de la “conciliación” para sustituir la multa o reducirla si hay acuerdo entre las partes.
- La eliminación de la infracción del Top Manta.
- La introducción de la mediación y la formación en la policía para evitar el uso de la fuerza.
- La eliminación del concepto de registro domiciliario.
- La limitación del tiempo máximo de esa diligencia a 2 horas. Una vez concluída se podía devolver al ciudadano a su domicilio, en vez de costearse el viaje él mismo.
- Que los registros corporales solo se pudieran hacer de modo excepcional y preservando el derecho a la intimidad.
- La restricción de las multas a organizadores de manifestaciones. Con medidas de seguridad, no había sanción aunque acabaran en altercados.
- La tenencia y cultivo de Cannabis hubiese pasado de infracción grave a leve.
- La reducción por primera vez del importe de las multas en función de la capacidad económica de cada uno. Quien menos tenga, paga menos.
- La eliminación de la infracción contra las protestas frente al Congreso, el Senado o las asambleas autonómicas.
- La eliminación de la infracción por desobediencia a las trabajadoras sexuales tras advertencia legal.
- La eliminación de la infracción al exhibicionismo, por lo que la práctica del nudismo queda más protegida.
- La eliminación de la infracción de las ocupaciones en sucursales bancarias u otros edificios.
- La eliminación del criterio absoluto de veracidad.
- La eliminación de las identificaciones discrecionales o discriminatorias.
- La difusión de imágenes de actuaciones policiales pasaría a ser infracción grave solo cuando atenten contra la intimidad de los cuerpos de policía.
- Dar parte del uso de cámaras de videovigilancia policial.
En conclusión
Aunque era una ley con muchos grises, apoyada por varios sectores, era mejor derogar que no hacer nada en relación a este tema tan delicado. Aunque ahora mismo esta reforma está parada, al menos será precedente para en un futuro retomar negociaciones.
Imagen de archivo de una concentración en Oviedo para exigir una reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, conocida como ley mordaza, que garantice el libre ejercicio de los derechos fundamentales. EFE/Eloy Alonso