
Artículo original publicado en: Contrainformacion.es
Los delegados de gobiernos y organizaciones de empleadores y trabajadores han adoptado nuevas recomendaciones en una reunión en la sede de la agencia de la ONU especializada en empleo, con el objetivo de crear un entorno propicio para las empresas del sector del arte y el espectáculo. Es importante señalar que este sector, aunque es esencial en la sociedad, cuenta muchas veces con inestabilidad y malas condiciones de trabajo.
Para hacer frente a los desafíos y oportunidades creados por cuestiones como la globalización, la tecnología y la recuperación después del COVID-19, se concluyó que son necesarias estrategias a largo plazo que apoyen la creación de empleos estables, la protección y diálogo sociales y una transición justa hacia economías más verdes.
Entre las recomendaciones, se incluyen una revisión general de las condiciones de trabajo, la creación de un entorno propicio para un diálogo social eficaz, políticas efectivas sobre remuneración y salarios mínimos adecuados, mejora de los marcos políticos y normativos en materia de cualificaciones, protección social y estatuto de los trabajadores, y sistemas de inspección laboral sólidos que favorezcan unas condiciones de trabajo seguras y saludables, incluida la lucha contra la violencia y el acoso en el trabajo.
Además, se destacó la importancia de garantizar una remuneración efectiva a los productores, intérpretes y autores, y se discutió sobre el papel positivo que puede desempeñar el diálogo social a la hora de reducir la «brecha digital» entre regiones y apoyar la igualdad de acceso a la tecnología y sus beneficios.
También se abordaron temas como la movilidad transfronteriza de los trabajadores, la escasez de mano de obra cualificada y la importancia de una protección social universal, adecuada y sostenible para todos los trabajadores.
Es importante destacar que el sector de las artes y el entretenimiento presenta dimensiones económicas y culturales, pues genera experiencias y no únicamente bienes de consumo. Este sector incluye las artes escénicas, la música, la danza, las interpretaciones o ejecuciones (sonoras o audiovisuales) en directo o grabadas, las artes visuales, los libros, y los videojuegos y la animación.
Además, la pandemia de COVID-19 ha propiciado un debate sobre la posibilidad de considerar la cultura, entendida en sentido amplio, como un «bien público mundial», por su capacidad para promover la cohesión social, aumentar la resiliencia de las personas y conectar a las comunidades con diferentes formas de expresión cultural, más allá de su valor comercial.