
¿Cómo estáis? Lamentablemente no estaba en los cálculos de nadie comenzar el año dejando atrás la pandemia con el inicio de una guerra armada en nuestro continente. Es posible que nos suceda a menudo transitar un pesimismo sobre la época que nos toca vivir, pero también puede ser un buen momento para volver a poner en valor los afectos y el amor en las pequeñas cosas de nuestro día a día.
Quería destinarle las líneas de esta breve columna a reivindicar los proyectos políticos que tienen como centro de gravedad el feminismo, y que nos ayudan a prefigurar relaciones y modos de organizar la vida más sanos, más iguales y sin violencias. Pero claro, sin perder de vista los obstáculos a los que este tipo de proyectos se enfrentan cuando se disponen a disputar poder.
Ada Colau
El viernes 4 de marzo finalmente ha declarado alrededor de las diez de la mañana la Alcadesa de Barcelona, Ada Colau, en la Ciudad de la Justicia en un proceso que forma parte de la estrategia del Lawfare por parte de la empresa Agbar que gestiona el agua de nuestra ciudad. Lamentablemente, debemos decir que el caso de Ada Colau no constituye un hecho aislado.
Dilma Rousseff
En el año 2016 la presidenta electa de Brasil, Dilma Rousseff, fue objeto de una maniobra de características similares que derivó en un juicio político que la ha sacado del gobierno dando lugar a un “golpe blando” o “impeachment”. En el transcurso de este proceso, a través de los medios de comunicación y de las redes sociales, los precursores del Lawfare han empleado la utilización de imágenes y de palabras fuertemente sexistas y denigrantes para referirse a la entonces presidenta. Si en 2014 era considerada la cuarta mujer más importante del mundo por la revista Forbes, en muy poco tiempo pasó a que una gran parte del pueblo brasilero la considerase una presidenta sin capacidad política para dirigir el país.
Cristina Fernández de Kirchner
Un caso muy similar ha ocurrido en el país vecino, Argentina, en donde la actual Vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner había sido víctima de Lawfare con más de 5 causas armadas por jueces sin rigor profesional mientras en los medios hegemónicos de prensa era denostada por su condición de mujer. Un ensañamiento en el uso de la violencia contra su figura basado en expresiones misóginas, discriminatorias, degradantes, descalificadoras, que ha buscado invisibilizar su protagonismo y liderazgo, con el objeto de menoscabar su imagen pública y sus derechos políticos.
Alexandria Ocasio-Cortez
La congresista más joven en la historia de los Estados Unidos, Alexandria Ocasio-Cortez, ha sido otro caso emblemático al cual han querido ensuciar mediáticamente con infamias. Si bien en este caso, el ataque no escaló a la justicia, el acoso en redes sociales y en los medios ha tenido un nivel de hostilidad sin precedentes contra una mujer en la historia de este país. Desde su asunción en noviembre del 2018, Alexandria Ocasio – Cortez fue el blanco de innumerables ataques racistas, misóginos y antinmigración que apuntaron a desvirtuar la influencia que tiene en sus millones de seguidores sobre temas como medioambiente, feminismo e inclusión social. En uno de los peores casos de violencia en sus redes, Alexandria denunció la participación activa de The Daily Caller, uno de los tantos medios conservadores con sede en Washington. “Para los que están al tanto, los republicanos comenzaron a circular una foto mía falsa, desnuda. El Daily Caller la republicó y se rehusó a indicar que era una foto falsa en el título. Es completamente desagradable el comportamiento de los medios conservadores”, escribió en Twitter en enero de 2019.
El carácter misógino del Lawfare
Me gustaría enfatizar, entonces, que las mujeres con vocación política, empoderadas, con agendas de transformación social vinculadas al feminismo, al ecologismo y a las conquistas de derechos sociales, constituyen perfiles controversiales para los sectores que históricamente han ostentado el poder en cada uno de los países que hoy hemos mencionado. Y estos sectores están, por lo general, totalmente masculinizados. Como en el caso del Lawfare en Barcelona: empresarios, hombres aferrados a sus sillas en el Consejo de Administración de AGBAR, los lobbistas de traje que presionan, los jueces, hombres que han sido comprados. Creen probablemente que el poder les pertenece por mandato histórico y se molestan cuando son mujeres las que están dispuestas a afectar sus intereses. La supremacía moral masculina surge entonces con más fuerza y apunta a atacar la imagen de la mujer si trasgrede su rol, para deslegitimar su capacidad para ejercer cargos a los que solo ellos creen tener derecho.
No he conocido ningún señor alcalde de Barcelona que haya sufrido una maniobra de Lawfare.
¿Vosotr@s?
Esto fue todo por hoy.
Gracias por acompañarnos desde el otro lado y por sumarse a pensar la época que nos toca transitar. ¡Hasta la próxima!